Para cuando Cristiano Ronaldo desembarque en Qatar, el astro de Portugal estará bien descansado o sencillamente sin el óptimo nivel de juego para contribuir significativamente en la que probablemente será su última Copa Mundial.
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Apenas ha sido titular una vez en siete partidos de la Liga Premier con el Manchester United esta temporada, y suma un solitario gol con su club y la selección en todas las competencias. Y ese gol fue un penal en un partido de la Liga Europa contra el conjunto moldavo Sheriff Tiraspol.
Cristiano se quedó sentado en el banco de suplentes en la derrota 6-3 ante el Manchester City el domingo, algo desconcertante debido al aciago transcurrir del partido para el United en el Etihad.
Pero seguramente saltará a la cancha este jueves en la Liga Europa, de visita al Omonia Nicosia de Chipre, otra parada del United en su periplo por algunos de los destinos futboleros más ignotos del continente.
Se trata de algo que no le saca lustre a la reputación a Cristiano — o su marca. Tampoco debe tener nada contento el técnico de Portugal Fernando Santos.
¿En qué estado anímico llegará el atacante de 37 años cuando se reencuentre con Portugal a mediados de noviembre previo al Mundial?
¿Eufórico por el Mundial? Desde luego.
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¿Más descansando que muchos de sus colegas, especialmente los que están en pleno fragor de un atestado calendario de partidos en las próximas seis semanas? Muy seguramente.
A decir de los pocos minutos que Cristiano ha tenido en lo que va de temporada, no obstante, la sensación es que Portugal no tendrá a un jugador a tope para sus compromisos contra Ghana, Uruguay y Corea del Sur en el Grupo H.
Cristiano lució fuera de ritmo frente al arco en el partido contra España, que definió el pase a la fase final de la Liga de las Naciones la semana pasada. Desperdició tres buenas ocasiones en la derrota 1-0, muy lejos de ese delantero que no perdonaba nada dentro del área.
Incluso en sus pocas oportunidades con el United, Cristiano ha estado errático, evidentemente ansioso de aprovechar el escaso tiempo de juego que recibe.
Otra cosa. ¿Cómo responderá Cristiano a nivel físico si juegan tan poco en el United?
Cristiano no pudo ocultar su frustración en la banca del United mientras el City anotaba goles a placer. Tras el partido, el técnico del United Erik ten Hag dijo que no le hizo jugar por respeto a su carrera deportiva.
Quizás sea demasiado tarde para ello.
Es casi que imposible que Portugal descarte a Cristiano en el Mundial.
Al mismo tiempo, es casi que imposible imaginarse tener al Cristiano de siempre en Qatar.
MESSI, 60 GRITOS DE TIRO LIBRE
Si algo le faltaba a Lionel Messi para potenciar su ego antes del Mundial de Qatar, probablemente el último de su carrera, fue calibrar la ejecución de los tiros libres.
La Pulga, de 35 años, anotó de tiro libre el primer gol del PSG en el triunfo 2-1 sobre Niza el último sábado. Aunque eran de moneda corriente con el Barcelona, Messi no había convertido de pelota parada desde su llegada al fútbol francés hace un año. Sumó 60 en su carrera por esa vía.
La racha negativa se rompió días después de una gira preparatoria con la selección de Argentina en Estados Unidos, en la que Messi anotó cuatro goles en los triunfos por 3-0 ante Honduras y Jamaica. El capitán amplió a 90 su récord de dianas con la Albiceleste.
PROTESTAS EN IRÁN
Tanto en el país como en Europa, los jugadores de la selección de Irán han expresado abiertamente su respaldo a las protestas por los derechos de las mujeres y contra la represión del gobierno tras la muerte de Mahsa Amini cuando estaba detenida por la policía de la moral.
El equipo de Asia mejor ubicado en el ranking de la FIFA quedó en un grupo en el que enfrentará a Estados Unidos e Inglaterra, y los jugadores de Irán podrían a poner a prueba la reglamentación de la FIFA que prohíbe pronunciamientos políticos en los partidos.
Al jugar el fin de semana con el campeón portugués Porto, el goleador Mehdi Taremi lució una muñequera negra, símbolo de las protestas.
En la liga iraní, los festejos de los goles fueron más apagados que lo habitual, reconociendo una oleada de protestas que ya llevan tres semanas.