FORT MYERS, Florida, EE.UU. (AP) — Días después de que se despejaran los cielos y cedieran los vientos en Florida, los efectos del huracán Ian persistían el lunes: muchas personas seguían sin electricidad y otras eran rescatadas de sus casas inundadas.
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Las frustraciones aumentaban en Florida y la tormenta, que ahora azota al noreste de Estados Unidos, no ha terminado de castigar al país.
Abundaban los torrenciales aguaceros en la costa oriental de Estados Unidos. Los meteorólogos vaticinan que las lluvias agravarán las inundaciones en la Chesapeake Bay y podrían causar las peores crecidas en más de una década en Hampton Roads, Virginia.
Norfolk y Virginia Beach declararon el estado de emergencia y se abocaron a ver qué tan alta sería la marea. Podrían ocurrir más inundaciones en una franja que va de los Outer Banks de Carolina del Norte hasta Long Island en el estado de Nueva York, dijo el Servicio Meteorológico Nacional.
Por lo menos 68 personas murieron —61 en Florida, cuatro en Carolina del Norte y tres en Cuba— desde que la tormenta golpeó a la isla el 27 de septiembre y a Florida al día siguiente.
Las labores de rescate continuaban el lunes en Florida. Más de 1.600 personas han sido rescatadas en el estado, según la agencia local de manejo de emergencias.
El alcalde de Fort Myers Beach, Ray Murphy, declaró al programa “Today Show” del canal NBC que las autoridades por ahora no permitirán el regreso de las personas evacuadas, para poder proseguir con las tareas de búsqueda y rescate.
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Miles de personas seguían aisladas debido a la anegación de puentes y vías, la falta de servicio de telefonía celular, y la escasez de agua, electricidad o internet. Se prevé que la situación no mejorará en varios días debido a que los cuerpos de agua están copados, por lo que la lluvia no tiene a dónde fluir.
En el condado DeSoto, al noreste de Fort Myers, las aguas en el río Peace y sus tributarios crecieron tanto que establecieron récords.
Muchas personas en el condado rural de unos 37.000 habitantes podían ser alcanzadas solo por bote. Las pocas vías encima de agua estaban bloqueadas, avisó el Departamento de Policía del condado Nassau que está ayudando en la tarea.
“En estos momentos estamos trabajando en crear equipos para ayudar a encontrar residentes varados, y estamos despachando vehículos todo terreno para despejar escombros que hacían intransitables las vías”, escribió el departamento policial en un mensaje en Facebook.
En la zona rural del condado Seminole, al norte de Orlando, los habitantes se apertrecharon de pantalones altos, botas y rociador antimosquitos, se montaron en botes y fueron remando a sus viviendas.
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Contribuyeron a esta nota los corresponsales Rebecca Santana en Fort Myers; Brendan Farrington y Anthony Izaguirre en Tallahassee; David Fischer en Miami; Jeffrey Collins en Columbia, Carolina del Sur; Sarah Rankin en Richmond, Virginia; Sarah Brumfield en Silver Spring, Maryland y Richard Lardner en Washington.