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Juicio este lunes contra una pareja de Roales de Campos por explotación laboral de extranjeros ilegales

Fiscalía pide para cada uno de ellos una condena de cuatro años de cárcel

Sala de vistas de la Audiencia de Valladolid donde tenía que haberse celebrado el juicio. EUROPA PRESS

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VALLADOLID, 2 (EUROPA PRESS)

El matrimonio formado por Pedro F. y María Encarnación C. será juzgado por la Audiencia de Valladolid acusado de un delito de continuado contra los derechos de los trabajadores, en concreto contra tres ilegales extranjeros, dos colombianos y un marroquí, a los que presuntamente sometieron a una duras condiciones laborales en una explotación de ovino de Roales de Campos.

La vista oral por estos hechos se celebrará este lunes, 3 de octubre, y a la misma el fiscal del caso acude con una petición de condena de cuatro años de cárcel para cada uno de los acusados--a ella la considera cooperadora--, multa de 4.500 euros y la obligación de indemnizar a sus víctimas en la cantidad global de 20.500 euros en concepto de daños morales, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

El acusado, Pedro F, en su condición de empresario individual y titular de una explotación de ganado de ovino en Roales de Campos, y su esposa, sin estar dada de alta en la Seguridad Social pero encargada de la gestión de recursos humanos, se dedicaron entre los años 2018 y 2021 a contratar a trabajadores extranjeros, principalmente en situación irregular, "imponiéndoles unas condiciones laborales que abiertamente contravenían la normativa del sector", siempre según la tesis de la acusación pública.

Presa de sus redes, supuestamente, cayeron dos trabajadores colombianos y uno de origen marroquí, quienes comenzaban la jornada a las 06.00 horas y, con un mínimo descanso para comer, no cesaban de trabajar hasta las 21.30 ó 22.00 horas, dependiendo de las necesidades del ganado, de lunes a domingo, sin días de descanso, sin vacaciones y por un salario de 600 euros, sin estar tampoco dados de alta en la Seguridad Social.

Además, Fiscalía sostiene que como complemento salarial los empleados compartían casa sin las condiciones mínimas de habitabilidad, higiene, sin agua caliente ni calefacción y con innumerables parásitos e insectos.

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