PRAGA (AP) — El gobierno de República Checa ha decidido implementar controles en su frontera con Eslovaquia en medio de una nueva oleada de migrantes.
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La medida entra en vigor el jueves en 27 cruces fronterizos entre las dos naciones de la Unión Europea que pertenecen al espacio de Schengen libre de pasaportes y durará por lo menos 10 días. Un total de 560 policías y funcionarios de aduanas serán desplegados para llevar a cabo las revisiones.
Se prohibirá a los ciudadanos cruzar por cualquier otro lugar de la frontera de 251 kilómetros (155 millas). Hay excepciones para los agricultores, guardabosques y pescadores que trabajan en las zonas fronterizas.
El gobierno eslovaco dijo el martes que ha aceptado la decisión checa, pero quiere discutir el asunto a nivel UE.
El Ministerio del Interior checo señaló que la medida era necesaria luego de que las autoridades detuvieron a casi 12.000 migrantes que ingresaron de manera ilegal en territorio checo este año, la mayoría de ellos procedentes de Siria. Esa cifra es mayor a la de la última oleada de migración registrada en Europa en 2015. Un total de 125 traficantes humanos han sido arrestados este año, un aumento considerable comparado con los años anteriores.
El ministerio dijo que los refugiados han estado utilizando República Checa como país de tránsito en su camino hacia países de Europa occidental.