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Ucranianos ven con temor los referendos ordenados por Rusia

ARCHIVO - Gente en fila para votar en un referendo en Luhansk, en la República Popular de Luhansk controlada por separatistas con apoyo ruso en el este de Ucrania, el 24 de septiembre de 2022. (AP Foto/Archivo) AP (AP)

KIEV (AP) — Después de siete agotadores meses de guerra, muchos ucranianos temen que les esperen más sufrimiento y represión política, mientras los referendos orquestados por el Kremlin con ayuda de policías armados auguraban una anexión inminente rusa de cuatro regiones ocupadas.

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Muchos huyeron de esas regiones antes de que comenzaran los referendos, por miedo a verse obligados a votar o quizás reclutados por el ejército ruso.

Petro Kobernik, que salió de la ciudad bajo control ruso de Jersón justo antes de que comenzaran las votaciones el viernes, dijo que la perspectiva de vivir bajo la ley rusa y con una guerra en aumento hacía que él y otras personas miraran al futuro con enorme preocupación.

“La situación cambia deprisa y la gente tiene miedo de que que le hagan daño, o bien el ejército ruso o las guerrillas ucranianas y las tropas ucranianas que avanzan”, dijo Kobernik, de 31 años, en una entrevista telefónica.

Cuando algunos funcionarios rusos empezaron a llevar urnas a los vecindarios acompañados por policías armados, Kobernik dijo que su padre, de 70 años, cerró la puerta de su casa en el poblado de Novotroitske, parte de Jersón, y prometió no dejar pasar a nadie.

Los referendos, que Kiev y sus aliados occidentales consideran amañados, se celebran en las regiones bajo control ruso de Luhansk y Jersón y en las zonas ocupadas de las regiones de Donetsk y Zaporiyia. Están ampliamente considerados como un pretexto para una anexión y se espera que las autoridades rusas anuncien las regiones como propias cuando termine la votación el martes.

El Kremlin ya ha empleado esta estrategia antes. En 2014 celebró un apresurado referendo en la región ucraniana de Crimea para justificar la anexión de la península del Mar Negro, una operación tachada de ilegítima por la mayor parte de la comunidad internacional.

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Las autoridades ucranianas han dicho a los habitantes de las cuatro regiones ocupadas por Rusia que enfrentarían procesos penales si votaban, y les recomendaron que se marcharan.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, que empezó a movilizar más tropas para la guerra la semana pasada, dijo que estaba dispuesto a utilizar armas nucleares para proteger territorio, una clara amenaza para que Ucrania detenga sus intentos de recuperar las regiones.

La retórica cada vez más agresiva de Putin y su decisión, políticamente arriesgada, de llamar a filas hasta a 300.000 reservistas llegaron después de que las tropas rusas se vieran obligadas a retirarse con rapidez de amplias zonas del nordeste de Ucrania este mes. Una feroz contraofensiva ucraniana continúa en el este y el sur del país.

El gobernador nombrado por Moscú en la región sureña de Jersón, Vladimir Saldo, prometió que los intentos ucranianos de sabotear el referendo con ataques contra la ciudad no tendrían éxito.

“Es complicado por las cuestiones de seguridad, pero se hará todo lo necesario para hacer la votación segura para los votantes y los funcionarios electorales”, dijo Saldo en un mensaje en video. “La gente está esperando para unirse a Rusia y quiere que se haga lo más rápido posible”.

Los separatistas con apoyo de Moscú en las regiones orientales de Donetsk y Luhansk afirman que la mayoría de los habitantes de esos territorios sueñan con unirse a Rusia desde que el país se anexionó Crimea.

Pero muchos residentes cuentan otra historia.

“Las calles están vacías porque la gente se queda en casa”, dijo Marina Irkho, de 38 años y que vive en Berdyansk, un puerto en el Mar de Azov. “Nadie quiere que nos declaren parte de Rusia y empiecen a llevarse a nuestros hombres”.

“Los que defendían activamente a Ucrania se han ido o se han escondido", dijo. Muchas de las personas mayores partidarias de Ucrania se han quedado, pero tienen miedo, señaló.

Las guerrillas ucranianas han atacado de forma continuada a los funcionarios nombrados por Moscú en zonas ocupadas.

Apenas una semana antes del referendo, el número dos del gobierno local de Berdyansk, y su esposa, que dirigía la comisión electoral de la ciudad, fueron asesinados en un ataque.

Miembros de la guerrilla Banda Amarilla, que basa su nombre en la bandera amarilla y azul de Ucrania, han repartido panfletos que amenazan a todos los que voten e instan a los vecinos a enviar fotos y videos de personas que votan para buscarlos más tarde.

Los guerrilleros también difundieron los números de teléfono de los responsables de comisiones electorales en la región de Jersón y pidieron a activistas proucrania que “hagan su vida insoportable”.

Las autoridades ucranianas dicen que hay indicios de la ilegitimidad del referendo por todas partes.

“Los rusos ven el miedo y los reparos de los ciudadanos a votar, de modo que se ven obligados a detener a la gente”, dijo Ivan Fedorov, el alcalde ucraniano de la ciudad ocupada de Melitopol, que fue detenido por fuerzas rusas antes de abandonar la ciudad.

“Grupos de colaboracionistas y rusos acompañados por fuerzas armadas van de un apartamento a otro, pero pocas personas abren las puertas”, dijo Fedorov. “La prisa con la que organizaron ese pseudoreferendo muestra que ni siguiera iban a contar las boletas en serio”.

Larysa Vinohradova, de la ciudad portuaria de Mariúpol y que huyó tras la invasión rusa, dijo que muchas de sus amigas se habían quedado porque tenían que cuidar de padres mayores que se negaban a irse. “No apoyan a Rusia, quieren que Mariúpol sea parte de Ucrania, y están esperando a eso”, dijo entre lágrimas.

El gobernador de Luhansk, Serhiy Haidai, que abandonó la región poco después de que fuera tomada por fuerzas rusas, dijo que la población teme que los rusos recluten a más hombres en la región para un servicio militar tras la orden de movilización de Putin.

“Los rusos utilizan este pseudoreferendo como pretexto para que gente armada visite apartamentos y busque a cualquier hombre que quede para movilizarlo y también buscar a cualquier cosa sospechosa y proucraniana”, dijo Haidai a The Associated Press.

“La rápida contraofensiva ucraniana ha asustado a los rusos”, añadió.

Los analistas dicen que Putin intenta emplear la amenaza de una escalada militar para obligar al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, a negociar con el Kremlin.

“La rapidez con la que se convocó el referendo muestra la debilidad del Kremlin, no su fuerza”, dijo Volodymyr Fesenko, director de Penta Center, un grupo de estudios independiente con sede en Kiev. “El Kremlin tienen problemas para encontrar herramientas para influir en la situación, que se ha salido de su control”.

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Karmanau informó desde Tallín, Estonia.

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