LONDRES (AP) — El Partido Laborista británico inauguró el domingo su conferencia anual, en la que sus líderes atacaron la “inmoral” reducción de impuestos del nuevo gobierno liderado por el Partido Conservador.
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El evento, que este año se celebra en la ciudad norteña de Liverpool, comenzó dos días después de que el gobierno liderado por la nueva primera ministra Liz Truss anunció la eliminación de la tasa impositiva del 45% para aquellos con mayores ingresos y dijo que seguirán adelante con los planes para impulsar el crecimiento.
El Partido Laborista ha aprovechado el recorte de impuestos como un tema crucial para los británicos que están padeciendo el peor encarecimiento del costo de vida en décadas. El líder laborista, Keir Starmer, dijo a sus seguidores que el Partido Conservador había “mostrado su verdadera cara” al ofrecer recortes fiscales a los ingresos más altos. "Ellos hacen más ricos a los ricos y no hacen nada por los trabajadores”, dijo al llegar a la conferencia.
Andy Burnham, alcalde de Manchester, una de las mayores ciudades del Reino Unido, señaló que la política era “inmoral”.
Los laboristas sufrieron una aplastante derrota en las últimas elecciones generales de 2019, cuando Jeremy Corbyn era su líder, y están utilizando esta conferencia para reposicionarse como un gobierno creíble en espera.
En la inauguración de la conferencia, los miembros del partido guardaron un minuto de silencio en memoria de la reina Isabel II y cantaron el himno nacional, la primera vez que se canta en la conferencia del partido, que cuenta con muchos miembros que desearían ver la abolición de la monarquía.
Starmer dijo que ahora hay “fe en un gobierno laborista” entre electores que enfrentan el encarecimiento del costo de la energía, que ha contribuido a elevar la inflación hasta el 9,9%, mientras los trabajadores sólo obtienen modestos aumentos salariales.
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El líder laborista prometió revertir el recorte del impuesto sobre la renta para los británicos más adinerados y castigar a los productores de energía por las ganancias extraordinarias que han recibido debido al encarecimiento de los energéticos. También dijo que su gobierno invertiría en energía verde para acelerar la transición desde los combustibles fósiles.
Por su parte, la vicepresidenta laborista, Angela Rayner, acusó al gobierno de “llenar los bolsillos de los ejecutivos del petróleo y el gas, enriqueciendo a los banqueros mientras las familias se mueren de hambre”.
