CLEVELAND (AP) — Por primera vez desde 2004, Ben Roethlisberger no forma parte de la rivalidad entre los Steelers y los Browns, un duelo que el quarterback originario de Ohio dominó durante 18 temporadas.
PUBLICIDAD
El jueves por la noche, el “Big Ben” será otro mero espectador. Mitch Trubisky hará su debut en una de las rivalidades más feroces de la NFL.
Una segunda participación en estos duelos no está en cambio garantizada para Trubisky.
Con evidentes dificultades para establecer conexión con los receptores de Pittsburgh, Trubisky, elegido como el titular por encima del novato Kenny Pickens, podría correr algunos riesgos con pases profundos cuando los Steelers (1-1) visiten a unos Browns que todavía deben estar preguntándose qué ocasionó un colapso épico en su primer partido en casa el domingo pasado.
Trubisky ocupa el 32do puesto en yardas por intento de pase, una de muchas estadísticas preocupantes para él después de dos partidos. Tal vez es un reflejo de que el veterano de 28 años es más un quarterback administrador que uno capaz de marcar la diferencia.
Aún así, Trubisky, quien creció en el noroeste de Ohio, pero que nunca estuvo particularmente interesado en los Browns (1-1), confía en que pronto tendrá una gran conexión con los receptores de los Steelers, que han sido subutilizados.
“Simplemente tengo que hacerles llegar el balón a quienes marcan la diferencia”, reconoció. “Cualquiera que sea la jugada que estemos ejecutando, sólo tengo que hacerles llegar el balón. Esto se limita a que debo tomar mejores decisiones”.
PUBLICIDAD
Del otro lado, los Browns han estado fuera de posición.
Entre sus muchos pecados imperdonables figura el manejo del reloj, un punto extra fallado y no recuperar una patada corta, todo durante los últimos 1:55 minutos en su derrota 31-30 frente a los Jets de Nueva York. Destaca también el haberle permitido al receptor Corey Davis una anotación de 66 yardas con 1:22 por jugar.
Incluso el cornerback Denzel Ward, elegido al Pro Bowl, o el safety Grant Delpit fallaron en sus asignaciones, aunque ninguno asumió la responsabilidad.
Para empeorar el panorama, los Browns hicieron exactamente lo mismo una semana antes en Carolina, al permitir un par de pases largos, incluyendo una anotación de 75 yardas en una reacción de los Panthers en el cuarto periodo.
“No voy a entrar en materia de responsabilidades y esas cosas, porque no creo que sea productivo”, dijo el entrenador de Cleveland, Kevin Stefanski. “Al final de cuentas, son cosas que nunca debieron pasar. Tenemos que ser capaces de defender situaciones obvias de pase”.
Los Browns insisten que han limpiado las cosas, pero hasta que lo hagan realmente, los equipos buscarán explotar sus debilidades.
Es el turno de Trubisky de intentarlo.