HARRISBURG, Pensilvania, EE.UU. (AP) — El expresidente Donald Trump y sus aliados aprovecharon el prolongado procesamiento y recuento de votos en Pensilvania durante las elecciones de 2020 para impulsar sus afirmaciones falsad de que un fraude le costó la victoria en la entidad que no tiene una clara preferencia política, y a los funcionarios electorales les preocupa que eso pueda volver a ocurrir durante los comicios de noviembre para definir las contiendas a la gubernatura y el Senado.
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Y no se trata sólo de Pensilvania. Michigan y Wisconsin son otros estados decisivos que permiten el voto por correo sin excusa de por medio, aunque no les otorgan tiempo a las oficinas electorales locales para procesarlos antes del día de las elecciones.
La incapacidad de los trabajadores electorales para llevar a cabo ese trabajo con antelación significa que podrían no contabilizarse muchos de los votos enviados el día de las elecciones, retrasando los resultados en las contiendas más disputadas y dejando un vacío que podría ser ocupado por la desinformación y las mentiras.
“Ese tiempo entre el cierre de las urnas la noche de las elecciones y el recuento del último voto está siendo realmente aprovechado por aquellas personas que quieren socavar la confianza en el proceso”, comentó Al Schmidt, un comisionado electoral de Filadelfia durante las elecciones presidenciales de 2020 que ahora es presidente y director general del grupo Committee of Seventy.
El primer paso en el procesamiento de las papeletas por correo, o preconteo, es una labor administrativa rutinaria pero crucial que permite a los trabajadores electorales verificar las firmas y direcciones de los votantes, o detectar problemas que los votantes podrían solucionar. Una vez que las papeletas se consideran válidas, se sacan de sus sobres -otra tarea que lleva mucho tiempo- para que estén listas para su conteo el día de las elecciones.
Pero no en Michigan, Pensilvania ni Wisconsin. Otros 38 estados -incluidos algunos con gobiernos republicanos, como Florida, Georgia y Texas- permiten el procesamiento de los votos enviados por correo antes del día de las elecciones, según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales. El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, incluso se jacta de entregar resultados la misma noche de las elecciones, una crítica mordaz que hizo durante una reciente visita a Pensilvania.
En el caso de los tres estados decisivos, tales objeciones no prosperan. Los intentos realizados desde 2020 para darles a los trabajadores electorales locales más tiempo antes del día de las elecciones para procesar los votos por correo han quedado estancados en las legislaturas controladas por los republicanos.
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En cambio, los republicanos de esos estados han intentado endurecer las restricciones al voto por correo, disposiciones que han sido vetadas por los gobernadores demócratas.
“El recuento de las papeletas debería estar guiado por la seguridad, no por la rapidez”, dijo la representante estatal de Wisconsin, la republicana Janel Brandtjen, a principios de este año, cuando los legisladores debatían una iniciativa al respecto. ”¿Por qué querríamos dar a aquellos con malas intenciones la oportunidad de ver las papeletas antes del día de las elecciones?”
Los republicanos ayudaron a eliminar un proyecto de ley bipartidista que habría dado más tiempo para procesar las papeletas por correo en Wisconsin en medio de señalamientos de que daría a los partidistas más tiempo para hacer trampas o filtrar los recuentos de votos antes de tiempo - otra teoría de conspiración infundada promovida como una forma de explicar la derrota de Trump.
Al igual que en Pensilvania, los trabajadores electorales de Michigan y Wisconsin deben esperar hasta el día de las elecciones para comenzar el escrutinio previo de los votos enviados por correo.
Por ahora, las solicitudes de votos por correo en Wisconsin y Pensilvania son menores a las de 2020, aliviando parte de la carga sobre las oficinas electorales locales.