MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
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"Las comunidades cristianas, en particular el seminario, sean 'escuelas de sinceridad'; no ambientes rígidos y formales, sino gimnasios de la verdad, de la apertura y del intercambio", ha pedido Francisco a los sacerdotes.
El pontífice ha arrancado su tercer y último día en Kazajistán reuniéndose con un grupo de miembros de la Compañía de Jesús en la Nunciatura Apostólica. Poco después se ha encontrado con obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas y agentes pastorales en la Catedral de la Madre del Perpetuo Socorro de Kazajistán. Ante el clero de este país donde los católicos penas representan el 1%, ha asegurado que "en la Iglesia nadie es extranjero".
Francisco se ha trasladado en coche- un Fiat utilitario- hasta la Catedral de la capital y allí fue recibido por familias de Kazajistán con vestimentas típicas al ritmo de una música tradicional.
Entró en el templo en silla de ruedas y más tarde se sentó en otra silla ayudado por su bastón. Antes de comenzar su discurso, una bella imagen de la Madre de la Gran de la Estepa fue destapada y bendecida por el Santo Padre.
En su alocución el Papa ha recordado a "tantos evangelizadores y misioneros que se desgastaron difundiendo la luz del Evangelio, fundando comunidades, santuarios, monasterios y lugares de culto". Además, ha asegurado que "hacer memoria nos ayuda a desarrollar el espíritu de contemplación por las maravillas que Dios ha realizado en la historia, aun en medio de las fatigas de la vida y de las fragilidades personales y comunitarias".
Y ha exclamado: "Sin memoria no hay asombro. Si perdemos la memoria viva, entonces la fe, las devociones y las actividades pastorales corren el riesgo de debilitarse".