A pesar de lo que se creía anteriormente, la princesa Diana se juntaba con la realeza desde pequeña, de hecho jugaba con el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo en su finca, por lo que la Reina Isabel II la vio crecer.
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De modo que Diana fue educada como parte de la realeza, aunque después se le vinculara más como alguien del pueblo, pues llegó a trabajar como maestra en el jardín de niños.
Pero de entre todas las candidatas a futura esposa del próximo heredero a la corona, el príncipe Carlos, Diana de Gales tenía el visto bueno de la reina, por lo que en un principio la Reina Isabel fue su aliada.
¿Cómo se llevaban la Reina Isabel II y Lady Di?
Más allá de todo lo que se ha mencionado, no se sabe a ciencia cierta cómo fue verdaderamente la relación entre ambas figuras, puesto que la corona siempre ha sido hermética con los aspectos íntimos de su vida y siempre muestran un lado bueno y perfecto a la gente.
Sin embargo, Andrew Morton antiguo empleado del palacio y que ha publicado varios libros donde habla de la vida de la recordada princesa de corazones y de su relación con los miembros de la realeza, se ha llegado a saber un poco como era la relación entre ella y su suegra.
En un principio, la relación entre Lady Di y la Reina Isabel fue cordial, aunque la monarca la conocía desde pequeña, siempre hubo un enorme respeto entre ellas, y hasta cierta rigidez en su relación, por lo que nunca llegaron a ser íntimas amigas.
Sin embargo, debido al desinterés del príncipe Carlos con su esposa, y la depresión y los problemas psicológicos que desarrolló, poco a poco la relación entre la reina y Diana se fue resquebrajando.
Cuando Diana descubrió la infidelidad de su esposo, visitaba constantemente a la Reina Isabel quién la consolaba y le aconsejaba para sacar a su matrimonio adelante, hasta que llegó un punto en que a la reina no le resultaba agradable recibir de improvisto a su nuera.
Pero lo que sin duda quebró por completo su relación fue cuando Diana confesó en una entrevista que tuvo una aventura con un exoficial de la guardia real, y que dijera que no creía que el príncipe Carlos fuera apto para reinar alguna vez.
Desde entonces, la Reina Isabel ya no fue la misma con la princesa Diana y permitió que se divorciara de su hijo. Aunque el día de su funeral, dio un sentido discurso que muchos consideraron falso, algunos expertos opinaron que cierto cariño pudo haberle tenido a la princesa ya que la conoció desde niña.