ORCHARD PARK, Nueva York, EE.UU. (AP) — Los recuerdos son demasiado buenos y los lazos que se formaron son tan estrechos para Von Miller como para decir algo negativo sobre los Rams de Los Ángeles, incluso si el nuevo defensivo estelar de los Bills de Buffalo se prepara para enfrentar a su exequipo en el partido inaugural de la temporada de la NFL, el jueves por la noche.
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“Ellos llegaron y me recibieron en un momento en el que realmente lo necesitaba. Me rejuvenecieron”, dijo Miller el domingo, antes de enlistar la gran cantidad de amistades que hizo — desde la del tackle defensivo Aaron Donald hasta el director de equipamiento, Brendan Burger —durante su corto, pero exitoso paso por los Rams. “Nunca podría odiar a L.A.”
Lo que también es cierto sobre el líder en activo de capturas de quarterback en la NFL, es lo mucho que aprecia su nuevo entorno. Miller, después de todo, reconoció rápidamente haberse cuestionado si había hecho lo correcto al dejar atrás las brillantes luces de Hollywood y su segundo campeonato de Super Bowl por Buffalo, hasta el momento en el que el jugador de 33 años firmó un contrato de seis años en marzo.
“Todavía recuerdo como si fuera ayer al coach McDermott diciendo. `Es Buffalo. Sé que no tiene las vistas, pero aprenderás a amar este lugar’”, dijo Miller, en referencia al coach de los Bills, Sean McDermott.
“Cuando lo dijo, pensé que era parte del discurso de reclutamiento”, añadió. ¨Pero estando en el oeste de Nueva York... simplemente me siento en casa. Me he enamorado de este lugar, y se pone mejor cada día”.
Tal vez sea por los paquetes de papel de baño que le enviaron los aficionados de los Bills a la puerta de su cuarto en el campo de entrenamiento después de que Miller cuestionara la calidad del papel que usan los jugadores. O a lo mejor fue la llamada que recibió recientemente de su nuevo vecino, avisándole a Miller que había dejado abierta la puerta de su cochera.
Y es difícil para Miller ignorar el talento que tiene Buffalo en su plantel, encabezado por el dinámico Josh Allen, que lidera la ofensiva, o una defensiva que encabezó la NFL en varias categorías estadísticas la temporada pasada, para convertirlo en un “Bill-iver (creyente de los Bills)”.