TIRANA, Albania (AP) — Un tribunal albanés ordenó el miércoles que dos rusos y un ucraniano permanezcan detenidos mientras las autoridades efectúan una investigación de presunto espionaje por parte de los sospechosos en una antigua planta de fabricación de armas militares.
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El juez Pajtime Fetahu falló a favor de los fiscales, quienes solicitaron que los tres permanezcan detenidos bajo cargos de “obtener información secreta de carácter militar o de cualquier otro tipo para suministrarla a una potencia extranjera, lo que viola la independencia del país”.
Sin embargo, Fetahu, que preside un tribunal en Elbasan, 40 kilómetros (25 millas) al sur de Tirana, desechó otra acusación más grave: la de proporcionar a otro país parte de la información que supuestamente recopilaron.
La audiencia se condujo a puerta cerrada y no se dieron detalles sobre por qué los sospechosos pudieron haber estado interesados en el sitio.
Los dos sospechosos rusos fueron identificados como Mikhail Zorin, de 25 años, y Svetlana Timofoeva, de 33, además de un ucraniano identificado como Fedir Alpatov, informaron las autoridades. No se proporcionó la edad de Alpatov.
Los tres fueron detenidos el sábado dentro o cerca de la antigua planta militar en Gramsh, 80 kilómetros (50 millas) al sur de Tirana. Los sospechosos habían tomado fotos de la planta.
Las autoridades dijeron que Zorin, que había ingresado a la planta, roció gas irritante a dos guardias militares que intentaban detenerlo. Timofoeva y Alpatov fueron arrestados fuera del complejo.
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La policía dijo que confiscó el automóvil en el que viajaban, así como dos drones, una computadora portátil, dinero en efectivo y otras pruebas.
Los tres sospechosos negaron el cargo de espionaje. No estaba claro de momento cuándo serán enjuiciados. En caso de ser condenados, enfrentan hasta 10 años de prisión.
La planta militar de Gramsh se inauguró en 1962 para producir rifles AK-47, o Kalashnikov, y otras armas. Cesó producción después de la caída del comunismo en 1990 y comenzó a desmantelar las armas. La fábrica se usa todavía para reparar otras armas militares, pero ya no para su manufactura.