QUITO (AP) — La policía ecuatoriana capturó a un hombre presuntamente involucrado en el atentado con explosivos ocurrido en una populosa barriada de Guayaquil que dejó cinco fallecidos y 17 heridos.
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El ministro del Interior, Patricio Carrillo, publicó en su cuenta de Twitter la fotografía del detenido -que tiene antecedentes penales por asesinato- y quien, según el funcionario, admitió “estar involucrado en el ataque terrorista".
"¿Por qué un hombre con estos antecedentes está en libertad?”, se cuestionó el secretario de Estado. No se informaron el nombre ni otros detalles del detenido.
La explosión se produjo la madrugada del domingo en el barrio Cristo del Consuelo y, de acuerdo con versiones de la policía, estaba dirigida a dos líderes de bandas rivales de grupos dedicados al narcotráfico y la extorsión.
Tras el ataque el presidente Guillermo Lasso declaró el estado de excepción durante 30 días en la ciudad portuaria de Guayaquil y en Durán, muchos de cuyos barrios se han convertido en escenario permanente de asesinatos y enfrentamientos armados entre bandas rivales que se disputan territorios y rutas del narcotráfico, según las autoridades.
La decisión del gobierno permitió que en esa zona y otras de ambas ciudades puedan actuar grupos conjuntos integrados por militares y policías en tareas de vigilancia y control.
Horas después del atentado agentes policiales ejecutaron múltiples allanamientos buscando a los responsables del hecho y encontraron en casas particulares armamento como fusiles, ametralladoras, explosivos parecidos al que fue usado en el atentado y granadas, de acuerdo con informes de la policía.
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Colombia y Perú, vecinos de Ecuador, son dos grandes productores de cocaína. Según las autoridades, grupos criminales usan el territorio ecuatoriano como zona de almacenamiento y exportación de la droga hacia América del Norte, Europa y otros mercados.
Guayaquil también es sede de la mayor cárcel estatal, donde se han registrado peleas y matanzas entre grupos criminales. En los últimos años en las cárceles ecuatorianas se han registrado violentos ataques entre reclusos, principalmente debido a disputas entre bandas del narcotráfico presuntamente vinculadas con cárteles mexicanos.