BRUSELAS, 9 (EUROPA PRESS)
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"En este día, reiteramos nuestro firme apoyo a sus aspiraciones democráticas y esfuerzos para defender el respeto de los derechos humanos fundamentales. Reiteramos que Alexander Lukashenko carece de toda legitimidad democrática", ha recalcado una declaración del Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, en referencia a los comicios presidenciales de 2020, que marcan el inicio de una crisis que no tiene visos de resolverse en el corto plazo.
Los Veintisiete señalaron fraude electoral en dichas elecciones que le permitieron a Lukashenko acceder a un sexto mandato presidencial. Desde entonces, y con el respaldo de Moscú, el régimen bielorruso desató una espiral de represión en el país, con la persecución de los principales opositores políticos y el encarcelamiento de más de un millar de manifestantes y activistas.
"El régimen ha orquestado una brutal represión que se ha agravado continuamente. Los presos políticos, defensores de los derechos humanos, periodistas, sindicalistas, trabajadores de los medios de comunicación, abogados y ciudadanos comunes que expresan cualquier crítica al sistema, ahora suman más de 1200 y esta cifra crece día a día", ha recogido la declaración de Borrell en nombre de los Veintisiete.
Igualmente, la UE denuncia que se trate como terroristas a muchos activistas prodemocráticos y que Minsk haya puesto en marcha campañas de desinformación e intimidación y les amenace con la pena de muerte.
"Ninguno de los autores de actos de violencia contra la población civil ha rendido cuentas. Continuaremos apoyando los esfuerzos internacionales de rendición de cuentas para Bielorrusia, con miras a recopilar y preservar evidencia de violaciones de Derechos Humanos", ha insistido el comunicado de los Estados miembros. "No olvidaremos a las víctimas del régimen de Lukashenko y sus crímenes pasados y presentes", ha resumido el jefe de la diplomacia europea.
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En este tiempo, Bruselas y Minsk también han librado un pulso por la llegada de migrantes a suelo europeo, después de que el régimen bielorruso facilitara los viajes desde zonas de Oriente Próximo, en un intento de desestabilizar a países como Polonia o los bálticos.
En este contexto, la UE ha impuesto cinco rondas de sanciones contra los responsables de la represión en el país y por la instrumentalización de los migrantes. En total, 195 individuos y 35 entidades son objeto de sanciones, entre ellos Lukashenko y su círculo familiar y político, en uno de los paquetes de medidas restrictivas más extensos que mantiene vigente el bloque europeo.
APOYO A LA INVASIÓN DE UCRANIA
A todo lo anterior se suma la complicidad de Minsk con la agresión rusa contra Ucrania desde febrero de 2022, llegando a dejar operar al Ejército ruso desde su propio territorio y convirtiéndose en actor clave para lanzar el ataque.
"El régimen de Lukashenko se convirtió en cómplice, en contra de la voluntad de la gran mayoría del pueblo bielorruso, al permitir que Rusia usara el territorio bielorruso para invadir Ucrania, como plataforma de lanzamiento de sus misiles y al otorgar a Moscú pleno apoyo político y logístico. El régimen ahora también persigue a los bielorrusos por oponerse a la guerra", ha condenado Borrell.
Por todo ello, la UE reitera que Minsk se adhiera a los principios democráticos y respete el Estado de Derecho, las libertades fundamentales y actúe de acuerdo a sus compromiso internacionales, cesando la colaboración con Moscú en la invasión de Ucrania.
Insiste en la puesta en libertad "inmediata e incondicional" de todos los presos políticos y el fin de la represión, además de pedir un diálogo "genuino e inclusivo con todos los elementos de la sociedad, que conduzca a elecciones libres y justas bajo la observación internacional y de conformidad con las normas internacionales".
La declaración subraya el apoyo de la UE al pueblo bielorruso, recordando que desde hace dos años ha apoyado con 65 millones de euros a las víctimas de la represión, la sociedad civil y los medios independientes y poniendo de relieve el plan de 3.000 millones de euros, anunciado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para respaldar la transición democrática en Bielorrusia.