KIEV, Ucrania (AP) — Potentes explosiones sacudieron la ciudad de Mykolaiv, en el sur de Ucrania, el jueves y otra próxima a la mayor central nuclear del país sufrió un bombardeo dentro de la ofensiva rusa en varias regiones del país, dijo la oficina presidencial ucraniana.
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Al menos cuatro civiles fallecieron y otros 10 resultaron heridos en las últimas 24 horas, en las que nueve regiones fueron atacadas, explicó la oficina en su parte diario.
Dos distritos de Mykolaiv, que ha sido un blanco habitual del operativo ruso en las últimas semanas, fueron bombardeados.
Las fuerzas de Moscú habrían disparado 60 proyectiles sobre Nikopol, en Dnipropetrovsk, una región del centro del país. Alrededor de 50 edificios residenciales quedaron dañados en la ciudad de 107.000 habitantes, y algunos proyectiles alcanzaron el tendido eléctrico, lo que dejó a parte de la población sin electricidad, según las autoridades ucranianas.
Nikopol está al otro lado del río Dniéper, frente a la central nuclear de Zaporiyia, que fue tomada por los rusos al inicio de la guerra.
Los expertos del Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Estados Unidos, creen que Rusia está bombardeando la zona intencionadamente “poniendo a Ucrania en una posición difícil”.
“O bien Ucrania devuelve el fuego, arriesgándose a la condena internacional y a un incidente nuclear (algo que es poco probable que hagan las fuerzas ucranianas), o bien las fuerzas ucranianas permiten que las fuerzas rusas sigan disparando contra posiciones ucranianas desde una ‘zona segura’ de facto", indicó el Instituto en su último reporte.
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El jefe de la agencia de supervisión nuclear de Naciones Unidas alertó a principios de semana de la situación en la planta de Zaporiyia.
En el norte de Ucrania, la segunda ciudad más importante del país, Járkiv, fue bombardeada desde Rusia y varias instalaciones industriales fueron alcanzadas, según la oficina presidencial. En la vecina ciudad de Chuhuiv, un proyectil impactó en un edificio residencial de cinco plantas.
En la provincia oriental de Donetsk, donde en las últimas semanas se han concentrado los combates, se atacaron edificios de apartamentos en todas las grandes ciudades y una escuela quedó destruida en la localidad de Ocheretyne. La región no tiene suministro de gas y el de electricidad y agua esta cortado en parte, mientras la población está siendo evacuada.
En la ciudad de Donetsk, las autoridades separatistas, que cuentan con el respaldo del Kremlin, acusaron a las fuerzas de Kiev de atacar el centro de la ciudad el jueves. La zona golpeada estaba cerca de un teatro donde se celebraba el funeral de un destacado líder separatista asesinado hace unos días.
Mykhailo Podolyak, un asesor del presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, negó la implicación de Kiev y atribuyó la responsabilidad del incidente, sin ofrecer pruebas, a Rusia o a los prorrusos.
Rusia y Ucrania se han acusado mutuamente en varias ocasiones de disparar sobre territorios bajo su propio control.
Las fuerzas rusas ya controlan la otra provincia de la región industrial del Donbás, Luhansk. Su gobernador, Serhiy Haidai, indicó en redes sociales que se estaba movilizando a la población local para luchar contra las tropas de Kiev, “incluso los trabajadores esenciales de las minas".
Por otra parte, las autoridades ucranianas reportaron otro secuestro de un alcalde que se habría negado a colaborar con los rusos en la región sureña de Jersón, que está ocupada por las tropas de Moscú casi en su totalidad.
El supuesto secuestro de Serhiy Lyakhno, regidor de la localidad de Hornostaivka, se produce mientras el Kremlin acumula tropas en la región en previsión de una contraofensiva de Kiev y en vísperas de la celebración de un referéndum sobre la integración de la provincia en Rusia.