TEHERÁN (AP) — Dolientes salieron el jueves a las calles de Teherán para rendir tributo a varios oficiales iraníes muertos en Siria, un testamento del costo humano del involucramiento de Irán en la guerra civil y una muestra pública de fervor patriótico en momentos en que las negociaciones nucleares se reanudan en Viena.
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Los restos de los miembros de la Guardia Revolucionaria fueron descubiertos recientemente en Khan Tuman, una aldea 15 kilómetros (9 millas) al sur de Alepo, la mayor ciudad de Siria y que durante años fue el frente de guerra más importante.
La Guardia identificó a los cinco combatientes muertos, proveyendo pocos detalles sobre sus muertes, a excepción del general Abdollah Eskandari — un comandante decorado que se volvió conocido como el general “sin cabeza” tras su captura y decapitación por rebeldes sirios en mayo del 2014. Los cadáveres fueron repatriados. Los cadáveres fueron repatriados luego de un largo proceso de recuperación y análisis de ADN.
Irán ha estado admitiendo cada vez más las bajas sufridas desde que intervino para salvar el régimen del presidente sirio Bashar Assad, una presencia terrestre que coincidió con la campaña aérea de Rusia y ayudó a Assad a recuperar el control de casi todo el país. Aunque Irán solamente ha admitido un papel asesor de sus fuerzas, decenas de soldados iraníes han muerto en combates contra el Estado Islámico y otros grupos extremistas en Siria.
Marchas funerales se realizaron en varias ciudades iraníes esta semana, comenzando el lunes en la ciudad nororiental de Mashhad antes de avanzar al sur, regresando el cuerpo de cada soldado a su ciudad natal para su entierro.
Los chiís en Irán reverencian a sus muertos, especialmente en batalla, por lo que los funerales de los miembros de la Guardia proveen una oportunidad para medir la opinión pública y avivar el respaldo para la teocracia en momentos de crisis política y económica.
Las conversaciones para revivir el acuerdo nuclear con Irán del 2015 con potencias mundiales se reanudaron el jueves en Viena luego de un estancamiento de un mes, al parecer en un esfuerzo desesperado para salvar el proceso diplomático.
