COLOMBO, Sri Lanka (AP) — El Parlamento de Sri Lanka aprobó el miércoles el estado de emergencia declarado por el presidente Ranil Wickremesinghe, en momentos en que el gobierno trata de reprimir protestas y resolver la crisis económica más grave de su historia.
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El Parlamento de 225 escaños aprobó el estado de emergencia por 120 votos a favor y 63 en contra. Los demás se abstuvieron.
El decreto, que permite al presidente adoptar medidas de seguridad y orden público, debe ser renovado cada mes.
Wickremesinghe declaró el estado de emergencia la semana pasada como presidente interino, antes de que los legisladores lo eligieran para concluir el período quinquenal de Gotabaya Rajapaksa, en 2024.
Rajapaksa huyó de Sri Lanka luego que miles de manifestantes irrumpieron en la residencia presidencial y otros edificios de gobierno. Luego renunció desde Singapur.
Partidarios de Wickremesinghe sostienen que si bien eran comprensibles las protestas al inicio de la crisis, ahora los grupos que no creen en la democracia parlamentaria y quieren tomar el poder por vías inconstitucionales se han infiltrado entre los manifestantes y están sembrando el caos.
Los partidos de oposición criticaron el estado de emergencia, calificándolo de un intento del gobierno por reprimir el disenso.
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Al día siguiente de la elección de Wickremesinghe, los militares allanaron el parque de carpas que los manifestantes habían erigido frente a la sede de la presidencia, y lo desmantelaron. Algunos de los manifestantes fueron golpeados.
Los tribunales emitieron prohibición de salida del país a seis líderes de las protestas, y algunos de ellos fueron arrestados.
El martes, la policía arrestó a un hombre acusado de entrar a la sede de la televisora estatal durante las protestas masivas del 9 de julio, ordenar a los técnicos transmitir contenidos favorables a las marchas y causar una breve interrupción de las transmisiones. Fue sacado de un avión en el que iba con destino a Dubái.
Otros cuatro manifestantes fueron arrestados por penetrar en el perímetro alrededor de la estatua de un ex primer ministro, luego que la policía logró una orden judicial prohibiendo el paso al lugar.
Los esrilanqueses llevan meses exigiendo la renuncia de Rajapaksa, al considerarlo a él y a su poderosa familia responsables de la crisis económica. Algunos también se oponen a la elección de Wickremesinghe, a quien consideran demasiado cercano a Rajapaksa.