MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
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Se trata de uno de los proyectos de infraestructura más grandes de toda América Latina, con una inversión en la fase de construcción de cerca de 1.000 millones de euros, con 9 kilómetros de extensión y atravesando cinco comunas de Santiago, según ha explicado la compañía.
Este proyecto permite descongestionar una zona altamente saturada de la ciudad, reduciendo los tiempos de desplazamiento, la contaminación --tanto atmosférica como acústica--, y el consumo de combustible, con el soterramiento de la mayor parte del tránsito que anteriormente circulaba en superficie.
A diferencia de otras autopistas urbanas, AVO I realiza el cobro por kilómetro efectivamente recorrido mediante su entrada correspondiente, que identifica el ingreso a la vía y pórticos de salida, que calculan los kilómetros recorridos, a través del uso del dispositivo TAG, es decir, una tarificación de peaje cerrado por la distancia.
El tráfico inicialmente estimado para toda la autopista es de 50.000 vehículos medios diarios. Durante la etapa de construcción, el 70% del material de las excavaciones (tierra y rocas) ha sido reutilizado en el mismo proyecto y más de 1.300 toneladas de acero ferroso han sido recicladas.
Se trata de la única vía en Chile que opera al 100% con energía de calificación verde. Además, la implementación de iluminación Iohnic en los túneles, tecnología desarrollada y patentada por Sacyr, permitirá disminuir el consumo eléctrico en un 66%, lo que supone una reducción de 153 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año.
A su vez, AVO I transformó el Parque Vespucio que se extiende desde la comuna de Vitacura hasta La Reina, construyendo una ciclovía con una extensión de 9 kilómetros y generando espacios para la recreación y el deporte.