“Te voy a quemar viva”, “te vas a morir machorra”, eran las pintas que estaban impregnadas con aerosol negro en las paredes de Luz Raquel Padilla y que nadie tomó en serio.
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La mujer de 35 años tomó las fotografías como evidencia y pese a que presentó la denuncia ante la Fiscalía, no hubo detenidos. El sábado 16 de julio, un grupo de personas le roció dos galones de alcohol y le prendió fuego en la colonia Arcos del municipio de Zapopan, en el Estado de Jalisco. Sufrió quemaduras en el 90% de su cuerpo y murió tres días después.
Las autoridades de Jalisco informaron que el caso sería investigado bajo el protocolo de feminicidio. Aunque aceptaron tener las denuncias de Luz Raquel, en un principio se dijo que no podían detener al vecino al que acusaba porque no había información suficiente “que posicionara a esa persona en el lugar que ocurrieron los hechos”.
Ahora, Sergio Ismael ‘N’ ha sido imputado por delitos contra la dignidad de personas, amenazas y lesiones.
El sujeto, a quien Luz Raquel evidenció en varias ocasiones por problemas de convivencia en el complejo de apartamentos donde vivía, permanecerá en prisión preventiva justificada mientras se define si es vinculado a proceso.
La indignación por el caso de Luz Raquel crece
“¡Ya para qué! Ya que la mató se ponen disque a hacer su trabajo”. “Se esperaron hasta que algo pasara??!!”. “¿Y los vecinos que ayudaron a este feminicida?”. “No concibo que el caso de Luz Raquel Padilla no sea un escándalo a nivel nacional. Maldita sea la indiferencia”. “¿Ahora sí le hacen caso?”. “¿Por qué no protegieron antes a Luz Raquel Padilla?”. “Hasta ahora se van a poner a trabajar??? Luz Raquel denunció, mostró todas las pruebas y la ignoraron!!”, se lee en rede sociales.
Luz Raquel era una madre soltera, dedicada a su hijo con autismo y activista
Luz Raquel Padilla no debe ser vista simplemente como “una más”. No puede quedar al olvido en un país en el que las mujeres parecemos condenadas a seguir viviendo con miedo por la impunidad que impera.
Tenía 35 años y era una mexicana defensora de los derechos de personas con discapacidad. Era cuidadora primaria de su hijo Bruno, diagnosticado con autismo. Luz se enfentó a una situación económica precaria debido sobre todo a los gastos médicos que requiere dicha condición.
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Su lucha diaria la llevó a entender las implicaciones de dicha condición por lo que siempre buscó formas de ayudar a otros. Luz formaba parte de “Yo Cuido México”, una organización de familias con experiencia en el cuidado de personas con discapacidad que son dependientes.
En sus redes sociales compartía constantemente las actividades de dicha organización, así como imágenes con mensajes positivos y sobre el rol de las mujeres que son madres y cuidadoras.
Este viernes, Luz fue despedida por sus compañeras entre flores, globos, aplausos y palomas blancas que volaron en la explanada de la Basílica de Zapopan. En varios puntos del país, defensoras y activistas han organizado manifestaciones para exigir justicia por ella y todas las mujeres que son víctimas de la violencia.
El pequeño Bruno quedó bajo la custodia de su abuela, a quien el gobierno de Jalisco prometió apoyar con la manutención, según dijo la Fiscalía.
