LIMA (AP) — La primera dama peruana evitó responder el miércoles las preguntas de una comisión del Parlamento, dominado por la oposición, que investiga a su hermana menor por el presunto delito de tráfico de influencias, una indagación paralela a la que realiza la fiscalía por el mismo delito.
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Lilia Paredes, una maestra de escuela rural igual que su marido, contestó más de una decena de veces “por recomendación de mi abogado, me abstengo de declarar” a diversas preguntas de los legisladores sobre por qué su hermana menor Yenifer Paredes, de 27 años, viajó a un pueblo rural donde ofreció impulsar obras de saneamiento pese a que no es una funcionaria pública.
La primera dama añadió que la fiscalía ya la había interrogado hace menos de una semana y que los legisladores podían solicitar una copia de sus respuestas. Su abogado Benji Espinoza dijo luego que la constitución protegía su derecho de guardar silencio. El legislador opositor Héctor Ventura retrucó que el silencio "en un juicio puede ser útil, pero guardar silencio en política puede ser letal”.
La comisión parlamentaria enviará a la fiscalía su informe, que podría servir para la investigación contra Yenifer Paredes, quien fue criada desde pequeña como una hija por la pareja presidencial luego que la madre de ambas murió.
Yenifer Paredes no asistió al llamado a declarar y solicitó, en un escrito difundido a la prensa, una reprogramación ya que adujo que no había recibido ninguna citación en su domicilio real, que está en el remoto poblado rural de Chugur, a 657 kilómetros del Legislativo.
No es el primer caso en el que la familia del presidente está bajo el escrutinio judicial.
Dos sobrinos del mandatario -Fray Vásquez y Gian Marco Castillo- están prófugos luego de que la fiscalía pidió 36 meses de prisión preventiva para cada uno en un caso de corrupción que alcanza al mandatario, el primer presidente en funciones en ser investigado en la historia de Perú.