MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
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El avance de la confianza empresarial registrado en el tercer trimestre del año, que contrasta con los descensos de los dos trimestres anteriores, se debe a la mejora tanto del indicador de expectativas como del indicador de situación actual, en un contexto marcado por la guerra en Ucrania, una elevada tasa de inflación y los altos precios de las materias primas.
En concreto, el balance de expectativas (diferencia entre las opiniones de los empresarios optimistas y los pesimistas) se situó en -4,2 puntos, frente al descenso de 16,1 puntos registrado en el trimestre anterior. Se trata del mejor dato de este indicador desde finales de 2021.
Esto se debe a que el porcentaje de establecimientos empresariales que piensan que la marcha de su negocio será favorable entre julio y septiembre de este año se ha situado en el 19,6%, cifra superior a la del trimestre anterior (14,5%), al tiempo que los empresarios que se muestran pesimistas sobre la evolución de su negocio se han reducido desde el 30,6% del trimestre anterior al 23,8%.
Al mismo tiempo, el porcentaje de empresarios que opinan que su negocio marchará de manera normal ha aumentado hasta el 56,6%, frente al 54,9% del trimestre anterior.
MEJORA LA PERCEPCIÓN SOBRE LA SITUACIÓN ACTUAL
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Por su parte, el balance de situación (diferencia entre respuestas favorables y desfavorables respecto al trimestre finalizado) ha mejorado más de 15 puntos respecto al trimestre anterior, pasando de -14,4 puntos en el segundo trimestre a +1,3 puntos en el tercero.
Esta visión más positiva sobre la situación actual es resultado del aumento de establecimientos empresariales que piensan que su negocio evolucionó de manera favorable en los tres últimos meses y del descenso de los que opinan que se comportó de manera negativa.