CIUDAD DEL CABO, Sudáfrica (AP) — Caster Semenya aparece inscrita como participante en el Campeonato Mundial de atletismo que comienza la semana entrante en Oregon, lo que abre la posibilidad de un sorpresivo regreso a las competiciones de alto nivel por parte de una de las deportistas más polémicas, ganadora de dos oros olímpicos.
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Semenya fue incluida el viernes en la lista de las corredoras de los 5.000 metros, prueba a la que se ha dedicado después de que la vetaron de su competición favorita, la carrera de los 800 metros debido a las normativas del atletismo relacionadas con la testosterona.
Fue inesperada la inclusión de la deportista en la lista de participantes dada a conocer por World Athletics, el organismo que regula el atletismo a nivel mundial, ya que ella no había logrado el tiempo clasificatorio para los 5.000 metros ni se le convocó al equipo sudafricano que verá acción en el Mundial y que fue anunciado esta semana.
NBC informó que Semenya fue incluida en la lista para el Mundial después de que algunas corredoras mejor colocadas en el escalafón no se inscribieron para la competición. La federación de atletismo de Sudáfrica y representantes de Semenya no atendieron de momento solicitudes para que aclararan el asunto.
Si Semenya participa en la prueba será la primera vez que compita en un Mundial o en unos Juegos Olímpicos desde 2017, año en el que ganó su tercer título mundial en los 800 metros.
La corredora ganó dos medallas olímpicas de oro en dos justas pero quedó impedida de participar en carreras de 400 a 1.600 metros desde 2019 de acuerdo con las normativas que prohíben la participación de mujeres que tengan una condición intersexual llamada trastorno de desarrollo sexual 46,XY.
Semenya apeló contra las normativas en dos ocasiones ante tribunales pero perdió ambos casos. La corredora tiene una tercera apelación pendiente en la Corte Europea de los Derechos Humanos.
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La participación de Semenya en un Mundial tendría lugar en momentos en que las autoridades rectoras del atletismo consideran modificar sus normativas sobre este trastorno de desarrollo sexual para prohibir tajantemente que las mujeres con esa condición y altos niveles naturales de testosterona compitan en todas las pruebas femeninas en justas importantes.
Cuando Semenya nació se le asignó el sexo femenino, fue criada como niña y ella se identifica como mujer. La deportista jamás se ha identificado públicamente como una persona intersexual, es decir, que tiene rasgos tanto masculinos como femeninos, o el trastorno 46,XY.
Sen embargo, reconoció indirectamente tener la condición cuando apeló en 2018 contra las normativas relacionadas con el trastorno del desarrollo sexual ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo.
Lo que Semenya sí ha reconocido públicamente es que tiene altos niveles naturales de testosterona pero ha declinado ceder a las normativas sobre el trastorno de desarrollo sexual según las cuales debe someterse a un tratamiento que le suprima sus niveles hormonales naturales por abajo del límite específico si desea competir en los 800 metros.