LOS ÁNGELES (AP) — Un extenso centro de detención operado por una empresa privada en Adelanto, un poblado en el ventoso desierto de California, tiene la capacidad de albergar a casi 2.000 inmigrantes que enfrentan la posibilidad de ser deportados. Sin embargo, actualmente luce casi vacío.
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La instalación de Adelanto es un ejemplo extremo de cómo los pagos mínimos garantizados a los que recurre el gobierno de Estados Unidos en contratos con empresas privadas para albergar a inmigrantes detenidos pueden tener desventajas financieras. En estos contratos, el gobierno se compromete a pagar una cierta cantidad de camas, ya sea que se usen o no.
El gobierno paga por lo menos 1.455 camas por día en Adelanto, pero en lo que va del año fiscal reporta una población diaria promedio de 49 detenidos. Los defensores de los inmigrantes dicen que en Adelanto hay actualmente unas dos docenas de personas porque las autoridades no pueden llevar más inmigrantes debido a que las autoridades se vieron obligadas a espaciar a los detenidos por orden judicial, para limitar la propagación del COVID-19.
El gobierno de Estados Unidos paga para garantizar que 30.000 camas estén disponibles para inmigrantes detenidos en cuatro docenas de instalaciones en todo el país, pero en lo que va del año fiscal alrededor de la mitad han sido ocupadas, en promedio, de acuerdo con datos del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). En los últimos dos años, los centros de detención de inmigrantes en Estados Unidos han sido subutilizados debido a que las autoridades se vieron obligadas a espaciar a los detenidos, en algunos casos, como en Adelanto, por orden judicial, para limitar la propagación de COVID-19.
“El gobierno todavía les está pagando para mantener abiertas las instalaciones”, dijo Lizbeth Abeln, directora de defensa de deportación de la Coalición Justicia Para Inmigrantes, en el sur de California. “Es realmente preocupante que todavía les paguen por todas las camas todos los días. Está vacío”.
En unas instalaciones en Tacoma, Washington, el mínimo garantizado es de 1.181 camas y la población diaria promedio en lo que va del año fiscal es de 369, según datos oficiales. Un centro de detención en Jena, Luisiana, tiene un mínimo de 1.170 camas, con una población diaria promedio de 452.
El ICE reporta actualmente 23.390 detenidos bajo custodia, de acuerdo con datos oficiales. Por mucho tiempo, la agencia ha gastado dinero en espacios de detención no utilizados al incluir pagos mínimos garantizados en sus contratos, según un reporte de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de Estados Unidos (GAO por sus siglas en inglés) enfocado en los años anteriores a la pandemia.