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Tras pasos revolucionarios, Corte Suprema de EEUU va por más

Archivo - Manifestantes tanto a favor como en contra del aborto se congregan fuera de la Corte Suprema de Estados Unidos, en Washington, el viernes 24 de junio de 2022. (AP Foto/Gemunu Amarasinghe, Archivo) AP (Gemunu Amarasinghe/AP)

WASHINGTON (AP) — Aborto, armas, religión. Un cambio importante en las leyes en cualquiera de estas esferas habría dado lugar a un periodo fatídico en la Corte Suprema de Estados Unidos, pero en su primer periodo completo de sesiones junta, la mayoría conservadora de ese tribunal se pronunció en los tres casos y emitió otras decisiones significativas que limitan los poderes reguladores del gobierno. Y esa mayoría ha indicado que no tiene planes de bajar el ritmo.

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Con tres jueces designados por el entonces presidente Donald Trump en sus cincuenta y tantos años, la mayoría conservadora de seis jueces parece estar preparada para mantener el control de la Corte en los próximos años, incluso décadas.

“Este ha sido un mandato revolucionario en muchos aspectos”, resumió Tara Leigh Grove, profesora de Derecho en la Universidad de Texas. “La corte ha cambiado radicalmente la ley constitucional en formas realmente importantes”.

Con sus opiniones restantes ya emitidas, el máximo tribunal del país comenzó el jueves su receso de verano. Sus jueces regresarán al trabajo en octubre.

Revocar el histórico fallo Roe vs. Wade y poner fin a una garantía constitucional de casi medio siglo del derecho al aborto tuvo el impacto más inmediato, al cerrar o restringir los abortos en aproximadamente una decena de estados a los pocos días de la decisión.

Al ampliar los derechos de portación de armas y encontrar discriminación religiosa en dos casos, los jueces también dificultaron el mantenimiento de las leyes de control de armas y redujeron las barreras a la religión en la vida pública.

Estableciendo nuevos límites importantes a la autoridad reguladora, los jueces también frenaron la capacidad del gobierno para combatir el cambio climático y bloquearon un intento del gobierno del presidente Joe Biden para vacunar a los trabajadores de las grandes empresas contra el COVID-19.

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La notable semana de fines de junio en la que la Corte anunció sus decisiones en los casos de armas, aborto, religión y medio ambiente eclipsó, al menos parcialmente, otros eventos notables, algunos de ellos preocupantes.

La nueva jueza Ketanji Brown Jackson prestó juramento el jueves como la primera mujer negra en la Corte. Reemplazó al juez saliente Stephen Breyer, quien sirvió casi 28 años, un cambio que no cambiará el equilibrio entre progresistas y conservadores en el tribunal.

A principios de mayo, el tribunal tuvo que hacer frente a la filtración sin precedentes de un proyecto de dictamen en el caso del aborto. El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, ordenó casi de inmediato una investigación, sobre la cual el tribunal no ha dicho nada desde entonces. Poco después, equipos de trabajadores instalaron cercas perimetrales alrededor de la Corte de 2,4 metros (8 pies) de altura por preocupaciones de seguridad. En junio, la policía arrestó a un hombre armado a altas horas de la noche cerca de la casa del juez Brett Kavanaugh en Maryland y lo acusó de intento de asesinato.

Kavanaugh fue uno de los tres designados por Trump junto con los jueces Neil Gorsuch y Amy Coney Barrett, que fortalecieron el bando conservador de la Corte. Greg Garre, quien se desempeñó como principal abogado de la Corte Suprema del presidente George W. Bush, dijo que cuando el tribunal supremo comenzó su mandato en octubre, “la pregunta más importante no era tanto en qué dirección se dirigía la corte, sino qué tan rápido iba. El mandato respondió a esa pregunta de manera bastante rotunda, la cual fue rápido”.

La velocidad también reveló que el presidente del tribunal supremo ya no tiene el control sobre la Corte que ocupaba cuando él era uno de cinco, no seis, conservadores, agregó Garre.

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