MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
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Según explican a Europa Press fuentes policiales, el intento de protesta en el interior del Museo del Prado fue detectado por agentes del Servicio de Información al sospechar de la compra de 40 entradas por una misma persona. La pinacoteca era uno de los lugares blindados porque seis días después, el 29 de junio, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ofreció una cena a los asistentes a la cumbre de la OTAN.
En total, la acción abortada en el Museo del Prado dejó 21 identificados de varias nacionalidades --española, argentina, francés, alemán o venezolana-- en una acción que las citadas fuentes vinculan con Extinction Rebellion, la misma plataforma que reivindicó el 28 de junio las pintadas en la fachada de la Escuela de la Guerra del Ejército, con un saldo en este caso de una treintena de identificados.
Los activistas fueron detectados dispersados en pequeños grupos mientras hacían cola para acceder a la pinacoteca. En el cacheo posterior se les intervino pancartas anti-OTAN y caretas simulando los rostros del presidente Pedro Sánchez y otros mandatarios como Joe Biden, Emmanuel Macron y Boris Johnson.
Extinction Rebellion es la plataforma relacionada con otras acciones recientes como la que arrojó pintura contra la fachada del Congreso de los Diputados el pasado 6 de abril para denunciar la inacción contra el cambio climático. En este caso fueron 14 los activistas identificados y llamados a declarar en comisaría. PROTESTA DEL MOVIMIENTO ANTIRREPRESIVO
Este jueves, tras concluir la segunda jornada de la cumbre de la OTAN en Ifema, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, clausuró el Centro de Coordinación (CECOR) del dispositivo de seguridad compuesto por 10.000 agentes agradeciendo la profesionalidad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y del resto de servicios de emergencias. El cónclave se había logrado cerrar "con cero incidencias y cero detenidos", destacó.
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En estos días, la Policía ha montado diversos dispositivos de prevención para evitar altercados, por ejemplo en la manifestación que reunió a un centenar de personas convocadas por el Movimiento Antirrepresivo en la Plaza de Tirso de Molina, en el centro de Madrid, donde se lanzaron consignas contra la OTAN y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
La 'Operación Eirene' activó su fase crítica el lunes, 27 de junio, 24 horas antes de la llegada de las 40 delegaciones internacionales que dejaron imágenes inéditas como el corte al tráfico de arterias como el Paseo de la Castellana, habilitada para la circulación de las comitivas de mandatarios.
Un día antes, el domingo 26, se llevó a cabo sin incidentes por el centro de Madrid la manifestación anti-OTAN --otras fueron prohibidas por motivos de seguridad-- que contó con presencia de dirigentes de Izquierda Unida, entre ellos el secretario de Estado para la Agenda 2030 y líder del PCE, Enrique Santiago.
En esta manifestación se intervino una veintena de bastones extensibles de baja calidad, botes de humo y material pirotécnico como petardos, dentro de la labor preventiva para evitar que infiltrados pudieran producir altercados, según apuntaron fuentes policiales, en el contexto de una cumbre de la OTAN que ha dejado otras protestas en paralelo como la de los policías de Jusapol reclamando una "equiparación salarial real".