MANILA (AP) — La hija del presidente saliente Rodrigo Duterte en Filipinas prestó juramento el domingo como la nueva vicepresidenta tras ganar las elecciones pese a denuncias de violaciones de derechos humanos durante la presidencia de su padre.
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Sara Duterte prestó juramento en Davao, su ciudad de origen y donde era hasta ahora la alcaldesa.
Ocurre unas dos semanas antes de iniciar funciones el 30 de junio como la estipula la constitución filipina. El presidente electo Ferdinand Marcos hijo será juramentado en Manila el 30 de junio.
“No soy la mejor ni la persona más inteligente de las Filipinas ni del mundo, pero nadie tiene la pasión de mi corazón como filipina”, declaró Duterte, vestida con una túnica verde tradicional, en su discurso frente a un juez de la Corte Suprema y con la mano sobre una Biblia sostenida por su madre.
“La voz de 32,2 millones de filipinos se alzó clara y diáfana, con el mensaje de servir a la patria”, en referencia a la cantidad de votos que recibió, frente al aplauso de miles de seguidores.
Duterte pidió unidad nacional y devoción a Dios y exhortó a todos a emular el patriotismo del héroe nacional José Rizal. Mencionó numerosos problemas sociales que aquejan a los niños del país como la pobreza, los hogares sin padres, las drogas, el abuso y la desinformación en internet. Exhortó a los padres del país a inculcarles en ellos los valores de disciplina, integridad, respeto a los demás y compasión.
El presidente Rodrigo Duterte estuvo presente en la ceremonia en una plaza pública cerca de la municipalidad en Davao, donde él también fue alcalde en la década de los ochenta. Su familia, de clase media modesta, construyó una formidable dinastía política en esa región aquejada de insurgencias maoístas e islamistas y violentas rivalidades políticas.