LONDRES (AP) — El asesor ético del primer ministro Boris Johnson ha renunciado y acusado al gobierno conservador de tratar de ignorar las normas de conducta, semanas después de que el informe de una funcionaria investigadora criticó al mandatario británico por presidir una cultura caracterizada por la violación de las reglas.
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Christopher Geidt presentó su renuncia el miércoles por la noche con una lacónica declaración en la cual dijo que “con pesar, me parece correcto renunciar a mi puesto de Asesor Independiente sobre Intereses de los Ministros”. La oficina de Johnson se declaró sorprendida por la decisión.
En una carta de renuncia publicada por el gobierno el jueves, Geidt dijo que lo habían colocado en una “posición imposible y odiosa” porque el gobierno pidió su consejo sobre medidas que suponían el “riesgo de una violación deliberada y resuelta del Código Ministerial”.
Sin entrar en detalles, dijo en conclusión, “no puedo ser parte de esto”.
En su respuesta, Johnson dijo que el problema en cuestión tenía que ver con la imposición de aranceles para proteger una “industria crucial”, lo que podría “aparentemente entrar en conflicto con nuestras obligaciones” bajo la Organización Mundial de Comercio.
Geidt había permanecido en su puesto cuando se multiplicaban las denuncias de falta de criterio y ética contra Johnson que culminaron en el escándalo del “partygate”, la realización de fiestas en edificios del gobierno cuando regía la cuarentena por el coronavirus. La policía multó a 83 personas, entre ellas Johnson, y el informe de una investigadora dijo que el primer ministro y sus altos funcionarios eran responsables de las “faltas de liderazgo y de criterio” que generaron una cultura de violación de normas dentro del gobierno.
Interrogado por los legisladores días atrás, Geidt reconoció que había sentido “frustración” en su trabajo, y que por haber sido designado por el primer ministro no era “verdaderamente independiente”.
La renuncia del asesor de ética designado por él es el revés más reciente que sufre Johnson, quien sobrevivió a un voto de retiro de confianza de su propio Partido Conservador la semana pasada. Quedó debilitado cuando el 41% de los parlamentarios oficialistas votaron por su destitución.
