BRUSELAS, 10 (EUROPA PRESS)
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Los ministros de Interior de la Unión Europea tratan este viernes de acordar los principios básicos para una solidaridad y responsabilidad compartida en materia de acogida de refugiados que permita desbloquear la reforma migratoria común --estancada desde hace años por las diferencias entre los socios--, durante una reunión en Luxemburgo a cuya llegada el ministro español, Fernando Grande-Marlaska, ha considerado posible lograr un "acuerdo de mínimos".
"Creo que hoy podremos ofrecer una visión de consenso importante", ha indicado Grande-Marlaska a la prensa a su llegada a la reunión en Luxemburgo, tras exponer que el objetivo de esta cita es consensuar una declaración política que recoja el principio de "solidaridad" en la reubicación de migrantes llegados a los países en la primera línea de entrada a la UE.
La presidencia de turno de la UE que este junio concluye Francia trabaja en una declaración que pueda sumar una "amplia mayoría" de apoyos entre los países de la UE, consciente de que no existe el consenso necesario en el bloque para adoptar un texto a Veintisiete, que defienda una solidaridad obligatoria entre socios, con la opción para los gobiernos de elegir entre una "reubicación voluntaria" o el apoyo financiero a los países que asuman la carga de la acogida.
Marlaska ha destacado los "progresos" que se han logrado durante el semestre de presidencia francesa en la UE tras años de parón en la reforma migratoria y lo ha achacado a la "conjunción de dos principios esenciales" como son la responsabilidad compartida y la solidaridad.
Por ello, el ministro ha considerado que con "unos pequeños detalles necesarios" para allanar este viernes el camino hacia el consenso será posible que un "acuerdo de mínimos" pueda ser refrendado a nivel incluso de Veintisiete.
También a la llegada a la reunión de ministros, el titular de Interior francés, Gérald Darmanin, se ha mostrado "razonablemente optimista" respecto a la perspectiva de un acuerdo este mismo viernes sobre la declaración política que defina el equilibrio entre la solidaridad y la responsabilidad entre socios, que hasta ahora ha dividido a los países del sur que reclamaban una redistribución de la acogida y los países menos expuestos que rechazan recibir migrantes llegados a otros países de la UE.
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En la perspectiva de desbloqueo ayuda igualmente, según el ministro galo, el consenso que también espera para adoptar dos piezas de la reforma cuya negociación se ha separado por ser más fácil su negociación: el reglamento sobre la base de datos biométricos común (Eurodac) y el llamado 'screening' para registrar y poder rechazar en la frontera exterior a los migrantes que representen una amenaza para la seguridad de la UE.
Darmanin ha afirmado que existe ya una "gran mayoría de países muy favorables" al acuerdo sobre estos tres textos, incluido sobre la idea de una "solidaridad obligatoria" dentro de la cual cada miembro pueda elegir entre la reubicación de personas u otra forma de "solidaridad financiera o humana", en referencia a apoyar con fondos o medios adicionales a los países que asuman la acogida.
El mecanismo para reubicar de manera más ágil entre los socios a migrantes que lleguen de manera masiva en momentos de crisis a uno o varios países del bloque tendrá carácter "voluntario" y cuenta ya con el apoyo de "una decena" de Esatdos miembro, ha dicho Darmanin, sin aclarar cuáles.
En este contexto, la comisaria de Interior, Ylva Johansson, ha opinado que el acuerdo en Luxemburgo era posible, si bien ha avisado de que "aún no está hecho", por lo que ha apelado a la cautela antes de darlo por hecho, al tiempo que ha recalcado que la respuesta solidaria ante la llegada de refugiados desde Ucrania debe darse también frente a la llegada de refugiados que llegan a la UE "desde otros lugares.