ROMA (AP) — El costo de las importaciones de alimentos alcanzará un nivel récord este año y los mercados de comida probablemente serán afectados por escasez en todo el mundo, de acuerdo con un sombrío pronóstico de la FAO.
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El Panorama Alimentario bianual de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura también halló que “muchos países vulnerables están pagando más, pero recibiendo menos comida” en las importaciones.
El informe publicado el jueves por la agencia con sede en Roma hizo notar que los países en desarrollo están reduciendo las importaciones de cereales, semillas oleaginosas y carnes, lo que refleja su incapacidad para cubrir los incrementos de precios.
El pronóstico menciona “crecientes precios de los insumos, preocupaciones sobre el clima, y un incremento en las incertidumbres del mercado derivadas de la guerra en Ucrania”, todo lo cual ha causado que millones de toneladas de granos estén varadas en silos y sea imposible exportarlas desde ese importante productor debido a la invasión rusa.
A unas semanas de la próxima cosecha en Ucrania y sin un fin inminente de la guerra, la seguridad alimentaria de países de África y Oriente Medio que dependen de importaciones pudiera empeorar.
El pronóstico apunta a “probables restricciones en los mercados de comida y un nuevo récord máximo en los costos por importar", dijo Upali Galketi Aratchilage, economista de la FAO y editor principal del informe.
En el panorama se habla de cómo los sectores agropecuarios están pasando apuros con los crecientes costos de producción, especialmente de fertilizantes y combustible, lo cual pudiera desatar más aumentos en los precios de los alimentos.
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Rusia y su aliado Bielorrusia son importantes exportadores de fertilizantes. Pero aunque las sanciones internacionales contra Moscú por su guerra contra Ucrania no han incluido las exportaciones de alimentos, las sanciones relacionadas con los embarques rusos y los seguros para esos embarques han complicado la logística para las exportaciones agrarias rusas.
El alza en los precios de los productos para la producción agrícola podría poner en entredicho que estén al alcance de los granjeros del mundo, escribieron expertos de la FAO en mercados y comercio. Eso es aplicable también a los grandes exportadores, señaló el informe. Algunos agricultores de Norteamérica están cambiando de maíz a soya, que requiere menos fertilizante de nitrógeno, agregó.
Todos esos factores apuntan a “precios reales bajos (y declinantes) para los granjeros, pese a los altos precios que enfrentan los consumidores”, señaló la FAO.
Con base en las condiciones actuales, la situación “no augura nada bueno para una respuesta de suministro encabezada por el mercado que pudiese frenar mayores aumentos futuros en los procesos alimentarios para la temporada 2022-2023 y posiblemente la siguiente”, se afirma en el texto.