El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, encara la Cumbre de las Américas de esta semana con el objetivo de impulsar avances regionales para abordar el desarrollo económico, el cambio climático y la migración, a pesar de la notable ausencia de algunos de sus homólogos latinoamericanos.
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En la primera cumbre en suelo estadounidense desde 1994, Biden y su equipo tratarán de fortalecer las relaciones con la región y superar la polémica en torno a la lista de invitados.
“En esta cumbre tenemos la oportunidad de unirnos en torno a ideas audaces, a acciones ambiciosas, y de demostrar a nuestros pueblos el increíble poder de las democracias para ofrecer beneficios concretos y mejorar la vida de todos. De todos”, afirmó Biden en su declaración inaugural el miércoles.
Se espera que el mandatario se reúna el jueves con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, y con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, además de pronunciar un discurso ante los demás asistentes. Por su parte, la vicepresidenta Kamala Harris se verá con líderes caribeños para hablar de energías limpias y la primera dama, Jill Biden, ofrecerá un brunch para las parejas de los líderes.
La jornada terminará con una cena en Villa Getty, un museo de arte con vistas al Océano Pacífico.
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Una serie de activistas estadounidenses y disidentes de la región se congregaron alrededor del centro de convenciones de Los Ángeles, que alberga la mayoría de los actos, para promover sus causas.
Podría haber cierta tensión cuando Biden se reúna por primera vez con Bolsonaro, aliado de su predecesor Donald Trump. El brasileño se presenta a la reelección en otoño y está planteado dudas sobre la credibilidad de los comicios en su país, algo que alarmó a los funcionarios en Washington.
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Cuando aceptó la invitación a la cumbre, Bolsonaro pidió que Biden no lo confronte acerca de sus ataques electorales, según tres de los ministros del gobierno brasileño, que pidieron no ser identificados.
Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional de Biden, rechazó la idea de que el líder haya aceptado condiciones para reunirse con su Bolsonaro.
“No hay temas fuera de los límites de cualquier reunión bilateral del presidente, incluyendo con el presidente Bolsonaro”, afirmó Sullivan ante reporteros. “Espero que el presidente discuta unas elecciones democráticas abiertas, libres, justas y transparentes”.
Biden empezó a hacer hincapié sobre la cuestión el miércoles en la bienvenida a los participantes en la cumbre. “La democracia es un sello distintivo de nuestra región”, afirmó.
También fue un punto de fricción en la preparación de la lista de asistentes al evento. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quería que se invitada a los líderes de Venezuela, Cuba y Nicaragua, pero Washington se resistió porque los considera autoritarios.
Como no se pudo alcanzar un acuerdo, López Obrador decidió no acudir a la cita, igual que los líderes de Honduras, Guatemala y El Salvador. El canciller hondureño, Eduardo Enrique Reina, explicó la decisión de la presidenta del país, Xiomara Castro.
“La presidenta fue muy clara con que ésta debería ser una cumbre sin exclusiones”, afirmó Reina, que añadió que, pese a esto, su gobierno está dispuesto a actuar en los problemas comunes. “La voluntad política de trabajar con todos los países de América está aquí”.
Fortalecer las relaciones con América Latina
Esto sirve como recordatorio de la dificultad que presentaron las relaciones con América Latina para la Casa Blanca, incluso en un momento de acercamiento a Europa, donde la invasión rusa de Ucrania generó una mayor cooperación, y en Asia, donde la creciente influencia de China agitó a algunos países.
Uno de los desafíos es el inequívoco desequilibrio de poder en el hemisferio. Los datos del Banco Mundial muestran que la economía estadounidense es más de 14 mayor que la de Brasil, la siguiente más grande de la cumbre. Las sanciones que Washington y sus aliados impusieron a Rusia son mucho más duras en Brasil, que importa fertilizantes de la nación europea. Y los datos comerciales indican que la región está estrechando lazos con China, que a su vez a realizado importantes inversiones.
Esto deja a Estados Unidos en una posición en la que debe mostrarle a América Latina por qué mantener una relación más estrecha con Washington sería más beneficioso en un momento en que las economías luchan por superar de la pandemia, mientras la elevada inflación empeora las condiciones.
Sullivan se comprometió a que Estados Unidos “invertirá dólares específicos para producir resultados tangibles” en la región, como en formación para trabajadores o ayudas para garantizar la seguridad alimentaria, entre otras cosas.
“Cuando sumas todo eso y observas el impacto práctico para la esfera pública que tendrán las medidas en la cumbre de parte de Estados Unidos, verás que son significativamente más impactantes en las vidas y medios de subsistencia de la gente de esta región que los tipos de proyectos extractivos en los que China invirtió”, indició el asesor.
Suzanne Clark, directora general de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, explicó en una publicación en un blog que la entidad colabora con el Departamento de Estado en la organización de una reunión de CEOs paralela. Las prioridades de la agencia son impulsar el Estado de Derecho y el comercio con las naciones latinoamericanas.
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“El impacto de la pandemia se vio exacerbado por el estancamiento del crecimiento económico y por problemas de larga data como la pobreza, la desigualdad, la inseguridad, la corrupción y una atención médica inadecuada”, afirmó Clark. “A medida que el hemisferio emerge de la nube del Covid-19, nuevos desafíos como el aumento de la inflación, especialmente en los sectores de la alimentación y la energía, amenazan con exponer más aún la fragilidad de la región”.
Harris está haciendo hincapié en las inversiones en el sector privado para abordar los retos que presenta la región, especialmente en lo relativo a la reducción de la inmigración ofreciendo más oportunidades económicas en los países de origen.
“Una de las cosas indudables (es que) cuando podemos mejorar la prosperidad y la estabilidad de nuestros vecinos, nos beneficiamos como nación”, declaró a reporteros el miércoles. “Así que el trabajo que hemos estado haciendo en la cumbre es reunir a CEOs y jefes de Estado de una serie de países del hemisferio occidental aquí para hablar sobre cómo podemos seguir colaborando”.