WASHINGTON (AP) — Un recluso en el centro de detención de Bahía de Guantánamo ha languidecido en prisión durante meses después de que iba a ser puesto en libertad, a pesar de que cooperó con las autoridades en el marco de un acuerdo de culpabilidad, según una demanda en los tribunales federales en la que se solicita su liberación inmediata.
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Majid Khan iba a ser liberado el 1 de marzo después de cumplir una sentencia de 10 años y ayudar a las autoridades en los casos de crímenes de guerra contra otros detenidos en la base estadounidense en Cuba, entre ellos el presunto autor intelectual de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Sus abogados dijeron en una petición de “habeas corpus” presentada el martes en un tribunal federal de Washington que el gobierno no ha tomado medidas aparentes para la liberación de su cliente. Dicen que eso hará menos probable que otros prisioneros lleguen a acuerdos similares que podrían ayudar al gobierno a reducir la cantidad de hombres recluidos allí y avanzar para un eventual cierre definitivo de las instalaciones.
“El hecho de que Majid Khan no haya sido transferido está socavando esos intentos por negociar acuerdos de declaración de culpabilidad en los casos restantes”, dijo el abogado Wells Dixon.
Khan es una de las figuras más significativas entre los 37 hombres que aún están detenidos en la base estadounidense en Cuba. Su testimonio sobre la tortura que soportó durante más de tres años en los centros clandestinos de detención de la CIA fue el primer informe público sobre el trato dado a un preso, y llevó a siete de los ocho oficiales militares que formaron parte del jurado en su sentencia a respaldar una carta en la que se solicitaba clemencia para él.
Se cree que esa misiva también contribuyó a las gestiones en curso para negociar un acuerdo de culpabilidad en el enjuiciamiento largamente estancado de cinco prisioneros de Guantánamo acusados de planear y ayudar en los ataques del 11 de septiembre, entre ellos el presunto autor intelectual Khalid Shaikh Mohammad.
Khan, de 42 años, es un ciudadano de Pakistán que pasó gran parte de su vida en Estados Unidos. A su familia se le concedió asilo en el país en 1996 y terminó la escuela secundaria en los suburbios de Baltimore. Admitió haberse convertido en mensajero de Al Qaeda y se declaró culpable en 2012 de conspiración, asesinato y apoyo material al terrorismo en un acuerdo que le tomaba en cuenta el tiempo cumplido tras las rejas desde su captura.
Un alto funcionario judicial del Pentágono, conocido por ser la autoridad convocante de comisiones militares, certificó que Khan completó su sentencia en marzo.