JAÉN, 5 (EUROPA PRESS)
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La sentencia se ha dictado por conformidad después de que todos los acusados reconocieran los hechos y aceptaran la pena propuesta por el Ministerio Público y que finalmente le ha impuesto la titular del Juzgado de lo Penal número 3 de Jaén.
La sentencia a la que ha accedido Europa Press recoge como hechos probados que cuatro de los acusados, entre ellos sus dos compañeros de pisos, con ánimo de "apaciguar y no de atentar contra la integridad física del mismo, ni de causarle la muerte" porque se encontraba "algo alterado", decidieron inmovilizar a Miguel Ángel López y taparle la boca "con algún trapo".
Lo hicieron en la tarde del 14 de octubre de 2018, en el piso de Jaén capital donde la víctima convivía con dos de los acusados. Sus amigos optaron por inmovilizarlo y echarlo en la cama. Cuando horas más tarde se acercaron a ver cómo se encontraba se dieron cuenta que ya no respiraba.
En lugar de avisar a la Policía, los cuatro acusados optaron por llamar a una quinta persona, también condenada en esta causa, con la intención de deshacerse del cadáver. Esta persona fue la encargada de "transportar el cuerpo sin vida de Miguel Ángel" y de, con la ayuda de los otros cuatro, enterrarlo en "una terraza fluvial de difícil acceso".
Inicialmente el Ministerio Fiscal pedía para los cuatro acusados una pena de cuatro años de prisión, mientras que para el quinto de lo acusados, por un delito de encubrimiento, solicitaba que se le condenara a ocho meses de prisión ya que este no participó en maniatar al fallecido ni en amordazarlo. Finalmente, en aras al acuerdo, las penas se han quedado en un año para los cuatro condenados por homicidio imprudente y seis meses para la persona condenada por un delito de encubrimiento.
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En cuanto a la responsabilidad civil, la sentencia condena a los cuatro acusados por homicidio imprudente a indemnizar a los dos hijos del fallecido en 94.819 euros para cada uno.
La última vez que su exmujer habló con Miguel Ángel fue el 14 de octubre para decirle que se quería llevar a sus dos hijos a la Feria de San Lucas, pero nunca llegó a recogerlos. A partir de aquí se pierde la pista de este joven que vivía en una habitación alquilada de un piso del barrio de Peñamefécit, en Jaén capital.
La madre de Miguel Ángel interpuso la denuncia en Colombia después de llevar un mes sin noticias de su hijo. Al día siguiente, el 13 de noviembre, su exmujer también denunció su desaparición en Jaén. Desde entonces pasaron nueve meses de investigaciones en el entorno de la víctima hasta que finalmente la Policía descubrió el cadáver y procedió a las detenciones.
Según las investigaciones desarrolladas por la Policía Nacional, Miguel Ángel falleció en el transcurso de una fiesta organizada en el piso en el que vivía y del que no salió vivo. La sentencia, al ser por conformidad, es firme y no cabe recurso.