BRUSELAS, 2 (EUROPA PRESS)
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El acuerdo, que ha sido aprobado este jueves por la Comisión de Industria, Investigación y Energía con 67 votos a favor, tres en contra y seis abstenciones, tendrá que ser respaldado por el pleno del Parlamento Europeo el próximo 23 de junio.
La nueva regulación pretende asegurar que tanto los ciudadanos como los negocios en la UE dispongan de gas suficiente para la próxima temporada de invierno y aumentar la independencia energética en el mercado comunitario tras la agresión militar de Rusia sobre Ucrania.
La Comisión Europea presentó esta propuesta legislativa el pasado 23 de marzo, a la que el Parlamento Europeo dio el respaldo el pasado abril para iniciar su procedimiento acelerado.
El acuerdo estipula que los Estados miembro podrán recurrir a reservas de gas natural licuado (GNL) para alcanzar ese mínimo del 90 por ciento, así como otros combustibles alternativos, un punto que responde a la petición presentada por España y Portugal a finales de abril para que se contemplara el papel del GNL en la seguridad energética y tuviera la misma consideración que las reservas de gas en el subsuelo a la hora de alcanzar esos niveles mínimos de almacenamiento.
Los Estados miembro harán un esfuerzo por tratar de alcanzar el 85 por ciento de la capacidad de almacenamiento subterráneo de gas en 2022 de forma conjunta y la obligación de almacenamiento se limitará al 35 por ciento del consumo anual de gas de cada país de la UE en los últimos cinco años, una medida con la que se pretende evitar el impacto desproporcionado para aquellos países que cuentan con grandes instalaciones de almacenamiento.
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Los países que no cuenten con instalaciones de almacenamiento de gas podrán recurrir a las de otros Estados miembro y tendrán acceso al 15 por ciento de su consumo anual de gas durante los últimos cinco años, para lo cual tendrán que cumplir con las obligaciones financieras para mantener los niveles de capacidad.
La Unión Europea cuenta cerca de 160 instalaciones de este tipo distribuidas en 20 Estados miembro, por lo que algunos países de la UE no disponen de capacidad de almacenamiento de gas.
El acuerdo incluye una certificación obligatoria para todos los operadores de almacenamiento de gas, a fin de evitar los riesgos derivados de influencias externas en infraestructuras que son críticas para la UE y que puedan poner en riesgo el suministro.
La certificación dará prioridad a las instalaciones de almacenamiento más grandes y aquellas que recientemente se han llenado a niveles bajos. Los países de la UE tendrán 150 días a partir de la entrada en vigor del reglamento para certificar las instalaciones con prioridad y 18 meses para certificar las demás instalaciones y los operadores no certificados deberán renunciar a la propiedad o el control de las instalaciones de almacenamiento.
Este mecanismo de certificación de las instalaciones de gas pretende garantizar que éstas cumplen sus propósito, considerando que algunas son propiedad de la empresa estatal gasística rusa Gazprom, que en los últimos meses redujo el suministro de gas a la UE y cuyas instalaciones de almacenamiento se encuentran en niveles más bajos respecto el resto de sistemas de almacenamiento.
El acuerdo provisional establece que la obligación de mantener unas reservas mínimas terminará en diciembre de 2025 y la obligación de certificación irá más allá de esa fecha. También se contempla una excepción para Chipre, Malta e Irlanda siempre que no estén interconectados con el sistema gasista de otros Estados miembros.