DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — Las autoridades iraníes detuvieron a un periodista local en una ceremonia por las víctimas del derrumbe de un edificio en la ciudad suroccidental de Abadán, informó el miércoles un organismo internacional de vigilancia de la prensa, mientras el número de víctimas mortales tras el desastre ascendió a 37.
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El derrumbe ha provocado una oleada nacional de dolor e indignación, que se suma a una serie de crisis políticas y económicas crecientes a las que se enfrenta la República Islámica. Con las conversaciones para restablecer el maltrecho acuerdo nuclear de Teherán aún en punto muerto, la moneda iraní se desplomó el miércoles hasta su nivel más bajo de la historia frente al dólar.
Las tradicionales ceremonias de duelo en conmemoración de los fallecidos por el derrumbe la semana pasada de la torre que estaba en construcción en el edificio Metropol en Abadán, se han convertido repetidamente en protestas contra las autoridades, según imágenes compartidas ampliamente en internet y analizadas por The Associated Press. Las autoridades han respondido dispersando las manifestaciones y suspendiendo el acceso a internet en un aparente esfuerzo por limitar la información.
La cobertura de los disturbios sigue siendo muy peligrosa en un país que Reporteros sin Fronteras califica como el tercero peor del mundo para ser periodista, sólo por detrás de Corea del Norte y Eritrea. Los canales de televisión en lengua farsi, con sede en el extranjero, han informado que las fuerzas de seguridad han lanzado gases lacrimógenos, entre otras cosas, para dispersar las manifestaciones en Abadán. Pero el número de víctimas y de detenciones en general sigue sin estar claro.
El jueves pasado, en una de las ceremonias cercanas al lugar del derrumbe del edificio, las fuerzas de seguridad detuvieron al reportero independiente Arash Ghaleh-Golab, que ha escrito comentarios políticos y editoriales para varias publicaciones locales, según el Comité para la Protección de Periodistas.
Al arrestarlo, las fuerzas de seguridad lo golpearon y patearon, informó el grupo de defensa con sede en Nueva York, añadiendo que no estaba claro si Ghaleh-Golab estaba cubriendo el evento como periodista o si asistía como ciudadano particular. Recientemente, su trabajo fue publicado en el sitio web estatal Ensaf News.
Las autoridades mantiene a Ghaleh-Golab incomunicado, sin cargos ni posibilidad de contactar con su familia, informó el miércoles el comité.