De nueva cuenta, Estados Unidos se encuentra en el ojo del huracán por la violencia armada que afecta a su sociedad.
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Siempre que hay tiroteos que cuestan la vida se lamentan las pérdidas humanas, pero lo hecho en Texas es más doloroso, pues terminó con la existencia de 19 niños y dos maestros, en una escuela.
Salvador Ramos, el asesino de la escuela de Texas que sufrió bullying
Pero, ¿quién era el hombre que entró al colegio con la intención de hacer daño a los pequeños que se encontraban ahí?
Se trata de Salvador Ramos, y era un antiguo alumno de la misma escuela de Texas, a la que ingresó con dos rifles. Contaba con el objetivo de terminar con la vida de niños de entre siete y 10 años.
Aunque todavía se conoce poco de él, las autoridades distribuyeron una fotografía del último asesino masivo de Estados Unidos: tenía el cabello largo azabache, mirada fija, la piel con signos de impurezas de la adolescencia y el rostro de un joven que estaba a punto de convertirse en hombre.
Hay más pistas. En su cuenta de Instagram, publicó una imagen, cuatro días antes del ataque, en la que se pueden ver dos escopetas semiautomáticas con un cargador.
El asesino adquirió sus armas inmediatamente después de cumplir 18 años, el pasado 16 de mayo, de acuerdo a las autoridades de Texas.
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Charla con una joven desconocida
Además, una joven, que dice no conocer a Ramos, publicó una conversación con el protagonista del tiroteo de Texas, luego de enterarse de la masacre de la Escuela Primaria Robb.
El pasado 20 de mayo, Salvador compartió una foto de dos rifles con la mujer. “¿Qué tienen que ver tus armas conmigo?”, cuestionó ella, a lo que él contestó: “Estoy a punto de hacerlo. Te lo diré antes de las 11. Hay un secretillo que me gustaría comentarte”.
Al final, el tiroteo tuvo lugar poco después de esa hora.
Aunque la investigación deberá juntar las piezas, hay muchas teorías que pudieron provocar la violencia de Ramos.
Sufría bullying
El tirador sufría bullying de niño, porque tenía dificultades para hablar y por la situación económica de su familia.
Era un joven solitario que aguanto burlas en la escuela, ya que tenía problemas con su forma de expresarse, de acuerdo a medios como Washington Post y CNN.
“Su comportamiento empezó a deteriorarse. Me dijo que se había cortado la cara con cuchillos una y otra vez por diversión”, dijo Santos Valdez Jr, uno de sus pocos amigos.
Además de asesinar a cerca de 20 niños y dos maestros, Ramos disparó a su abuela antes de salir de su casa. La mujer se encuentra en un hospital de San Antonio y se desconoce el avance de su salud.
Así, un joven de 18 años, quien fue abatido después de sus crímenes, vuelve a poner en jaque la seguridad y violencia que se vive en Estados Unidos; ahora fueron niños inocentes los que perdieron su vida.
