NUEVA YORK (AP) — Cuatro inmigrantes mexicanos han logrado que su demanda contra el expresidente estadounidense Donald Trump vaya a juicio.
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Una jueza en Nueva York podría empezar a seleccionar a miembros del jurado el mes que viene, según el calendario de la Corte Suprema del Bronx, para el caso de los mexicanos que sufrieron un enfrentamiento con agentes de seguridad de Trump durante una protesta en Manhattan en 2015.
El propio Trump tuvo que responder a horas de preguntas del abogado de los mexicanos, Ben Dictor, en octubre en su oficina en la Trump Tower en Manhattan. A pesar de que el exmandatario no testificará en el juicio, un video con sus respuestas se emitirá durante el proceso judicial para que lo vea el jurado.
Los inmigrantes interpusieron la demanda después de que al menos uno de ellos, Efraín Galicia, recibiera una bofetada por parte del entonces jefe de seguridad de Trump, Keith Schiller, durante una protesta frente a la Trump Tower en la Quinta Avenida. La escena fue captada por las televisoras locales.
En esos momentos muchos miembros de la comunidad hispana demostraban su malestar tras los comentarios de Trump en su campaña electoral acerca de que entre los inmigrantes mexicanos había violadores y delincuentes que llevaban droga a Estados Unidos.
Siete años después de que interpusieran la demanda Dictor espera que sus clientes salgan victoriosos ya que asegura que éstos tenían todo el derecho a protestar.
“Estos son individuos de origen mexicano que protestaban tras declaraciones de Trump calificando a los mexicanos de violadores y asesinos y ellos están en este país bajo la creencia de que uno tiene el derecho de protestar en la calle, de participar libremente en protestas por temas políticos y de que uno puede hacerlo sin tener que sufrir violencia o intimidación a manos de gente que está en desacuerdo contigo”, aseguró el abogado.
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Galicia se plantó junto con otros frente a las oficinas de Trump con carteles con lemas como “Trump: Haz que Estados Unidos vuelva a ser racista”, como parodia del lema de campaña de Trump “Haz que Estados Unidos vuelva a ser grande”.
En imágenes que transmitieron varios medios de comunicación se ve a Schiller agarrando uno de los carteles de Galicia y llevándoselo hacia la entrada del edificio. Cuando el mexicano le grita que se lo devuelva y va detrás de él, Schiller le da una bofetada. Galicia entonces cae al suelo, cerca de otro guardia de seguridad con el que forcejea.
Otro de los participantes en la protesta iba disfrazado de miembro del Ku Klux Klan debido a que en ese momento el líder de esa secta, David Duke, había anunciado su apoyo a Trump como aspirante republicano a la presidencia de Estados Unidos.
Además de Galicia, los demandantes son Miguel Villalobos, Florencia Tejeda Pérez y Norberto García, padre de otro demandante que falleció en México.
Trump ganó la presidencia en 2017 y permaneció en la Casa Blanca hasta 2021.
En 2018 un juez denegó la solicitud de los abogados de Trump para que decidiera sobre el tema sin ir a juicio. El juez destacó que el duro lenguaje que usa Trump públicamente contra los manifestantes “autoriza y consiente” la conducta de sus guardias de seguridad.
Los demandados son seis: el propio Trump, Schiller, otros dos guardas de seguridad, la Organización Trump y la campaña electoral de Trump. El caso se ha retrasado por varios motivos, incluida la pandemia de COVID-19 y el fallecimiento de uno de los demandantes, que hizo que su demanda se traspasara a su padre, Norberto García.
Dictor explicó que ambas partes -Trump y los demandantes- llevaron a cabo negociaciones este año pero que no dieron resultado. Tras su sesión con Dictor, Trump emitió un comunicado en octubre en el que dijo que el caso debería haber sido desestimado porque la única culpa es de los manifestantes.
“En lugar de protestar de forma pacífica, los demandantes intentaron de forma intencional agitar a la multitud al bloquear la entrada a la Trump Tower en la Quinta Avenida, en pleno día, llevando capas de Klu Klux Klan. Desafortunadamente, cuando los agentes de seguridad intentaron tomar control de la situación, se toparon con gestos amenazadores y violencia por parte de los propios demandantes”, indicó Trump.
“Tras años de litigación, me siento bien tras haber tenido la oportunidad de contar mi versión de esta ridícula historia”, agregó el exmandatario. Abogados de Trump no respondieron mensajes de The Associated Press sobre el caso.
Dictor indicó que el juicio podría durar una semana ya que testificará cada demandante, además de Schiller y los otros guardas de seguridad.