WASHINGTON (AP) — El presidente estadounidense Joe Biden les advirtió el martes a los votantes descontentos con la creciente inflación y su estancada agenda nacional que no le entreguen el poder a los republicanos “ultra-MAGA” en las elecciones de mitad de periodo, en momentos en que intenta resaltar un contraste con el expresidente Donald Trump y sus seguidores.
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Hablando en la Casa Blanca menos de seis meses antes de las elecciones, Biden reconoció que podía “sentir el sabor” del descontento del país con Washington, particularmente con el alza de los precios, aunque intentó canalizar la furia contra los republicanos.
“Miren, sé que ustedes tienen que estar frustrados”, dijo. “Lo sé, lo puedo sentir. Frustrados por los altos precios, por el estancamiento en el Congreso, por el tiempo que toma lograr algo.
“Los republicanos MAGA están contando con que ustedes estén más frustrados con el ritmo del progreso, del que ellos han hecho todo lo posible por desacelerar, contando con que ustedes les entreguen el poder … para poder implementar su agenda extrema”, dijo Biden.
El calificativo de Biden a la oposición como “republicanos ultra-MAGA” — una referencia al lema de campaña de Trump — ha sido recurrente en la Casa Blanca en semanas recientes, en momentos en que buscan una reactivación preelectoral entre los demócratas, quienes enfrentan una intensa resistencia de cara a los comicios de noviembre.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo el martes que es “la frase del presidente”.
Es un mensaje aparentemente dirigido a la base apática y dividida del propio partido de Biden, en momentos en que los demócratas tienen dificultades para mantener a sus votantes motivados, así como a otros electores moderados que aún recuerdan con repugnancia la presidencia de Trump.
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“Pienso que Biden tiene que motivar a su base de cara a las elecciones intermedias. Y nada motiva más a los demócratas que votar contra Trump”, dijo el estratega republicano Alex Conant. “Trump no está en las boletas este otoño. Pero Biden va a tratar de convencer a los votantes de que sí lo está”.
Según Conant, Biden no tiene muchas opciones.
“Ellos no van a hacer campaña promoviendo sus logros. No van a hacer grandes y atrevidas promesas políticas”, dijo, así que eso sólo les queda proyectar al oponente como un villano “y la mejor forma de hacerlo es asociarlo con Trump”.
Para los demócratas, que tienen control unificado de Washington, ir en contra del partido minoritario es riesgoso, y el mismo Biden admite que los votantes tienden a culpar a quienes están en el poder por el estado de los asuntos nacionales.
Pero la Casa Blanca cree que los republicanos les han ayudado, en la forma del plan de 11 puntos del senador Rick Scott, dado a conocer a finales de febrero, que impondría un aumento ligero de impuestos a muchos de los estadounidenses de menores ingresos, al tiempo que abre las puertas para recortes a programas como el Seguro Social y Medicare.
El plan, que fue diseñado como un anteproyecto de agenda de gobierno para cuando los republicanos retomen el poder, ha sido rechazado por muchos dentro el partido, incluyendo el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell.