El gobernador de Oklahoma, el republicano Kevin Stitt, firmó el martes una medida contra el aborto similar a la de Texas, la cual prohíbe la interrupción del embarazo después de la sexta semana de gestación, parte de un impulso a nivel nacional en los estados liderados por el Partido Republicano que esperan que la Corte Suprema federal, de tendencia conservadora, respalde las nuevas restricciones.
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“Quiero que Oklahoma sea el estado más provida del país”, tuiteó Stitt tras firmar la ley.
La iniciativa promulgada por Stitt se produce apenas un día después de que se filtrara un anteproyecto de opinión de la Corte Suprema federal en el que considera la posibilidad de debilitar o anular el histórico fallo Roe vs. Wade, que legalizó el aborto hace casi 50 años.
La medida entra en vigor de inmediato con la firma de Stitt, y la Corte Suprema de Oklahoma rechazó el martes una solicitud de emergencia para frenar temporalmente la iniciativa. Los proveedores de servicios de aborto dicen que, ahora que la nueva ley está en vigor, suspenderán la atención a las mujeres después de las seis semanas de embarazo.
“Mientras la ley esté en vigor, que ahora lo está porque el gobernador la firmó, los servicios para la interrupción del embarazo después de la sexta semana prácticamente no estarán disponibles”, dijo Rabia Muqaddam, abogada del Centro de Derechos Reproductivos, con sede en Nueva York, que representa a los proveedores de aborto de Oklahoma en el caso.
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“Es una pérdida a corto plazo, pero tenemos la esperanza de que la Corte Suprema de Oklahoma aún nos conceda un respiro”.
La nueva ley prohíbe abortar una vez que se detecta actividad cardíaca en un embrión, lo que muchos expertos aseguran que ocurre más o menos a las seis semanas de embarazo, antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas.
Texas aprobó una medida similar el año pasado que condujo a una reducción drástica en el número de abortos en ese estado, por lo que muchas mujeres acudieron a Oklahoma y otras entidades vecinas para someterse al procedimiento.