HOUSTON (AP) — Ahora que un tribunal de apelaciones de Texas suspendió indefinidamente la ejecución de Melissa Lucio, sus abogados se enfocarán en intentar convencer a un juez de que recomiende un nuevo juicio.
PUBLICIDAD
Pero esa será una complicada batalla en los tribunales, e incluso si logran persuadir al juez, la máxima corte penal del estado —que tiene la decisión final— podría no estar de acuerdo y mantener la condena de Lucio, señalaron expertos legales el martes.
“No es definitivo obtener una recomendación favorable. Aún falta mucho para que se resuelva este caso», dijo Robert Dunham, director ejecutivo del Death Penalty Information Center.
Lucio tenía programado recibir una inyección letal el miércoles por la muerte de su hija Mariah en 2007 en la ciudad de Harlingen, en el sur de Texas. Pero la Corte de Apelaciones Penales de Texas aplazó el lunes su ejecución.
Los fiscales han sostenido que la niña fue víctima de maltrato y destacaron que su cuerpo estaba cubierto de hematomas al momento de su muerte.
Los abogados de Lucio aseguran que su sentencia de muerte se basó en una confesión poco confiable y bajo coerción, y que no se le permitió presentar evidencia para cuestionar la validez de su confesión.
Su equipo legal también afirma que los jurados fueron engañados con evidencia falsa y sin fundamentos científicos para que creyeran que las lesiones de Mariah únicamente pudieron ser causadas por maltrato y no por las complicaciones médicas de una caída que sufrió por las escaleras.
PUBLICIDAD
Al otorgar la suspensión de la ejecución, la Corte de Apelaciones Penales de Texas pidió que la jueza de instrucción que preside el caso de Lucio, Gabriela García, revisara las cuatro afirmaciones que han hecho sus abogados: Si los fiscales utilizaron evidencia falsa para condenarla; si evidencia científica que no estaba disponible previamente habría evitado su condena; si en realidad es inocente; y si los fiscales suprimieron evidencia que habría favorecido a su defensa.
Tivon Schardl, uno de los abogados de Lucio, dijo que antes de que se lleve a cabo una audiencia para considerar la nueva evidencia relacionada al caso, tendrán que emitirse veredictos en dos mociones presentadas por la defensa para que se recusen del caso García y el fiscal de distrito del condado de Cameron, Luis Saenz, debido a acusaciones de conflicto de intereses y violaciones al debido proceso. El abogado de Lucio durante su juicio de 2008 ahora es fiscal en la oficina de Saenz, mientras que el administrador del juzgado de García fue asistente del abogado defensor de Lucio y su esposa.
“Esperamos que la razón y la ciencia prevalezcan y Melissa obtenga la recomendación del tribunal y del estado de Texas para un nuevo juicio”, comentó Schardl.
Aún no se establece un plazo para que García comience a revisar el caso de Lucio. Pero la decisión final sobre un nuevo juicio podría tomar años.
Saenz dijo el lunes que ve con buenos ojos la oportunidad de que una corte revise el caso. Previamente había expresado dudas sobre los afirmaciones de la defensa de que la nueva evidencia exonerará a Lucio.
El miércoles se tiene planeada una marcha afuera de la corte de Brownsville para pedir que Saenz desestime el caso contra Lucio.
“Nunca recibirá otra fecha de ejecución. Saldrá libre. Sólo es cuestión de cuándo”, dijo Abe Bonowitz, director ejecutivo de Death Penalty Action, un grupo nacional que se opone a la pena capital que ayudó a organizar la manifestación.
Stanley Schneider, un abogado defensor de Houston que no está relacionado con el caso pero ha defendido a condenados a muerte, dijo que el hecho de que la corte de apelaciones haya ordenado una revisión demuestra que “existen verdaderas dudas que cuestionan la validez de la condena”.
Letitia Quinones, abogada defensora de Houston que tampoco está relacionada con el caso, dijo que los abogados de Lucio aún tienen una tarea “muy complicada” por delante, ya que es sumamente inusual revertir una condena en el estado de Texas.
“Si existe la evidencia, tal como la han descrito los abogados defensores… tiene una muy buena oportunidad”, dijo Quinones.
Pero Dunham señaló que el caso de Rodney Reed, un condenado a muerte en Texas, es un buen ejemplo de las dificultades que podrían esperarle a Lucio.
Reed obtuvo un aplazamiento de su ejecución y un tribunal de apelaciones ordenó que se revisara su caso en noviembre de 2019, apenas días antes de la fecha en que debía llevarse a cabo su ejecución por la muerte en 1996 de Stacey Stites, una joven de 19 años. Al igual que en el caso de Lucio, los simpatizantes de Reed aseguran que el surgimiento de nueva evidencia ha planteado serias dudas sobre su culpabilidad y recibió apoyo de celebridades y legisladores.
Pero el año pasado, un juez se negó a recomendar un nuevo juicio para Reed. El lunes, la Corte Suprema federal acordó escuchar la apelación que presentó Reed en torno a sus esfuerzos para examinar la evidencia en su caso.
“Al igual que Lucio, Reed tiene evidencia extraordinariamente sólida de inocencia y de cualquier forma el juez del condado de Bastrop la ignoró”, dijo Dunham, cuyo grupo no tiene una postura establecida sobre la pena capital pero ha criticado la manera en que los estados llevan a cabo las ejecuciones.
En el caso de Rigoberto Ávila Jr., un sentenciado a muerte a Texas cuya condena se basó en evidencia científica falsa y obsoleta, un juez recomendó un nuevo juicio. Pero una corte de apelaciones rechazó la recomendación en marzo de 2020, comentó Dunham.
___
Juan A. Lozano está en Twitter como: https://twitter.com/juanlozano70