JERUSALÉN (AP) — El canciller israelí el domingo culpó a Hamas por el reciente brote de violencia en el sitio más sagrado de Jerusalén, en respuesta a denuncias de que la policía israelí usó fuerza excesiva para poner fin a la violencia.
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Los comentarios del ministro Yair Lapid surgen tras varios días de choques entre policías israelíes y manifestantes palestinos en el lugar, venerado tanto por judíos como por musulmanes. Los enfrentamientos vienen en momentos de alta tensión en Israel debido a ataques mortíferos, arrestos de milicianos en la Cisjordania y lanzamientos de cohetes desde Gaza contra Israel. Es el peor brote de violencia en la región desde la guerra de 11 días librada el año pasado entre Israel y Hamas, que gobierna la Franja de Gaza.
En declaraciones a la prensa extranjera, Lapid acusó a Hamas de “secuestrar” las actividades en la mezquita de Al-Aqsa durante el ramadán musulmán, y de animar a los jóvenes palestinos a tirarles piedras y cohetillos a los policías israelíes.
“Lo hacen a propósito, como provocación, para hacer que la policía israelí entre a la mezquita”, denunció el ministro israelí.
La mezquita Al-Aqsa es el tercer lugar más sagrado para los musulmanes y símbolo emotivo para los palestinos. Está ubicado justo al lado del lugar más sagrado para los judíos, llamado el Monte del Templo porque ahí estaban los templos judíos de la época bíblica. La disputa en torno al lugar es el elemento más difícil en el conflicto árabe-israelí y ha provocado numerosas olas de violencia en el pasado.
Los palestinos acusan a Israel de provocar la violencia al permitir la presencia allí de religiosos judíos. La semana pasada fue la festividad judía de Pésaj (Pascua judía), época en que miles de personas acuden a visitar Jerusalén.
Según acuerdos anteriores, los judíos pueden visitar el complejo pero no rezar allí. Sin embargo en año recientes, grupos de religiosos extremistas han estado rezando allí, incluso bajo la mirada de policías israelíes.
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Los palestinos temen que ese comportamiento es parte de un complot israelí de conquistar o dividir el lugar. Lapid rechazó dichas acusaciones, afirmando que Israel promete mantener el “status quo” allí.
“No hay cambio ni habrá cambio. No hay ningún plan de dividir el Monte del Templo entre las religiones”, aseveró.
Exhortó a los aliados de Israel en el mundo a “actuar contra estas noticias falsas” y ayudar a calmar la situación.