LONDRES (AP) — Había probabilidades el jueves de que los legisladores británicos ordenen una investigación sobre el primer ministro Boris Johnson por supuestamente mentir sobre si violó las restricciones del coronavirus al asistir a reuniones no autorizadas durante la pandemia, un escándalo conocido como “partygate”.
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La medida ejercería más presión sobre un primer ministro cuyo control del poder se ha visto afectado por las afirmaciones de que ignoró las reglas de pandemia que él mismo impuso para su país y luego no las cumplió en repetidas ocasiones.
El opositor Partido Laborista convocó a una votación en la Cámara de los Comunes que, de aprobarse, desencadenaría una investigación del comité de vigilancia sobre Johnson por presuntamente engañar al Parlamento. Por lo general, se espera que renuncien los ministros que hayan engañado a sabiendas al Parlamento.
El líder laborista Keir Starmer dijo que la medida busca defender “el principio simple de que la honestidad, la integridad y decir la verdad son importantes en nuestra política”.
“Es un principio británico… guiar a los miembros de todos los partidos políticos en esta Cámara”, dijo Starmer. “Pero es un principio bajo ataque”.
El Partido Conservador de Johnson tiene una mayoría sustancial en el Parlamento, pero muchos legisladores están incómodos con el comportamiento del primer ministro y podrían apoyar la medida de la oposición. El gobierno dijo inicialmente que ordenaría a los legisladores conservadores que se opusieran a la moción de los laboristas, pero luego se retractó ante la inquietud del partido y les dio un voto libre, lo que aumentó significativamente las posibilidades de que se aprobara la medida.
Johnson no asistirá a la votación, ya que se encuentra de visita oficial en la India. Insistió en que quería “seguir con el trabajo” de liderar el país.