Un cuerpo yacía cubierto en una estación de tren el viernes tras el impacto de un misil en Kramatorsk, Ucrania. Sobre el andén estaba un caballo de peluche ensangrentado, abandonado tras un ataque que dejó al menos 50 muertos y docenas de heridos.
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En Bucha, en las afueras de Kiev, familiares de fallecidos lloraban ante una fosa común. En la ciudad de Chuhuiv el extremo de un misil sobresalía del suelo.
La destrucción generada en la guerra de Rusia contra Ucrania era palpable en una casa de Járkiv, donde Oleg Mezhiritsky y su madre, Lidiya Mezhiritska, permanecían frente a su casa destrozada.
Era visible también en una calle de Mariúpol, en la que una mujer jalaba sus pertenencias frente a viviendas dañadas.
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Esta galería contiene imágenes fuertes y explícitas.