ÁMSTERDAM (AP) — Christian Eriksen anotó momentos después de ingresar como suplente, en su primer partido internacional desde que sufrió un paro cardíaco durante la Eurocopa de naciones realizada en junio.
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Fue un retorno de ensueño para el zaguero danés, salvo por el hecho de que Dinamarca cayó por 4-2 ante Holanda.
Más allá del resultado en un entretenido encuentro amistoso, éste resultó emotivo. El público en Ámsterdam ovacionó a Eriksen, cuya carrera despuntó aquí con el Ajax.
El futbolista, a quien se colocó un desfibrilador cardioversor implantable, recibió una palmada en la espalda por parte del técnico Kasper Hjulmand, un apretón de manos de Memphis Depay una ovación de buena parte de la multitud que se puso de pie en la Johan Cruyff Arena.
Ese momento conmovedor llegó cuando Eriksen ingresó trotando en la cancha, al inicio de la segunda mitad.
