MARIÚPOL, Ucrania (AP) — Un tanque marcado con una Z enorme retrocede torpemente en la sitiada ciudad de Mariúpol, embiste autobuses destruidos antes de hacer un disparo. Después, los combatientes ucranianos lo destruyeron, apuntándose una pequeña victoria.
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Un periodista de The Associated Press que presenció cuando los tanques abrían fuego contra una zona de apartamentos de nueve niveles se encontraba entre un grupo de trabajadores médicos atacados el viernes por francotiradores en la ciudad, la cual se encuentra totalmente rodeada por las fuerzas rusas.
El video que grabó el periodista muestra el estallido de los obuses al impacto y causaban incendios en los balcones de los apartamentos, ya dañados desde antes. Fue imposible determinar si las posiciones rusas fueron atacadas antes desde los lugares contra los que abrieron fuego.
En otro punto, una trabajadora médica recibió un disparo de un francotirador en la cadera. Ella sobrevivió, pero las condiciones en el hospital continuaban deteriorándose. Las ventanas se sacudían debido a los disparos de tanques y piezas de artillería en zonas cercanas, la electricidad era reservada para las mesas de cirugía y los pasillos estaban llenos de personas que no tenían a dónde ir.
Una de ellas era Anastasia Erashova, que lloraba y temblaba con un niño dormido en sus brazos. Su otro hijo y el hijo de su hermano habían muerto recientemente durante un ataque de artillería. El cuero cabelludo de Erashova estaba salpicado de sangre.
“Fuimos (a la casa) con mi hermano, todos juntos. Las mujeres y los niños fuimos a un lugar subterráneo y después un proyectil de mortero dio contra el edificio. Quedamos atrapados bajo tierra y dos niños murieron. Nadie logró salvarlos”, dijo ella entre lágrimas.
Su angustia aumentó y gritó: “No sé hacia dónde correr. ¿Quién traerá de vuelta a nuestros hijos, quién?
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En un mensaje de video transmitido el sábado a ciudades europeas, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy dijo que las familias de los 79 niños muertos en la guerra “quedaron destruidas” y solicitó ayuda de Europa para que el número no aumente.
Zelenskyy subrayó la situación desesperada que se vive en la ciudad portuaria de Mariúpol, de 430.000 habitantes, en el sureste de Ucrania y que está rodeada por los soldados rusos.
“La están bombardeando las 24 horas del día… disparan misiles”, dijo y recordó la destrucción esta semana de un hospital de maternidad en la ciudad. “Esto es odio. Ellos matan a los niños. Destruyen hospitales de maternidad. Ellos están destruyendo los hospitales ¿para qué? Para que Ucrania ya no tenga más niños”.
“Esto está sucediendo en todo nuestro país. Han destruido docenas de hospitales, cientos de escuelas y guarderías, están destruyendo universidades y zonas residenciales”, lamentó Zelenskyy.
