SEÚL, Corea del Sur (AP) — Corea del Sur registró el sábado su jornada más letal desde el inicio de la pandemia del coronavirus, con 112 decesos confirmados en las últimas 24 horas, mientras trata de hacer frente a la ola de contagios impulsada por la variante ómicron.
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Los trabajadores sanitarios diagnosticaron 166.209 nuevos positivos, que se acercaron al peor registro surcoreano diario, los 171.451 positivos del pasado miércoles, 37 veces más que las cifras de mediados de enero, cuando ómicron empezó a ser la variante dominante en el país.
Hasta ahora, parecía menos probable que esta versión del coronavirus causase cuadros graves de la enfermedad o decesos que la delta, que azotó el país en diciembre y principios de enero. Pero las hospitalizaciones y decesos están empezando a aumentar en medio de un brote que está poniendo a prueba a unos trabajadores sanitarios ya agotados.
Más de 640 contagiados están en estado grave o crítico, dijo la Agencia de Control y Prevención de Enfermedades del país, frente a los alrededor de 200-300 de mediados de febrero. Según el Ministerio de Salud, alrededor del 44% de las unidades de cuidados intensivos del país reservadas para pacientes con COVID-19 están ocupadas.
El primer ministro, Kim Boo-kyum, dijo el viernes que las autoridades esperan que esta nueva ola toque techo a mediados de marzo, cuando se podrían registrar alrededor de 250.000 casos por día.
Más del 86% de los más de 51 millones de habitantes del país tienen la pauta completa de vacunación, y cerca del 60% ha recibido la dosis de refuerzo. El país ha estado administrando una cuarta inyección a trabajadores de residencias de ancianos y de centros de atención a largo plazo para protegerlos de ómicron.