FLORENCIA (AP) — Florencia es famosa por sus contribuciones al arte, la arquitectura y la cocina, pero en estos días los líderes locales en la ciudad considerada la cuna del Renacimiento están preocupados con cosas más mundanas: el pago de las cuentas.
PUBLICIDAD
En medio de un alza acelerada de los precios del combustible en Europa, las autoridades en el Palazzo Vecchio, el edificio del siglo XIV que es el ayuntamiento de Florencia, están sumando esfuerzos con una organización sin fines de lucro para ayudar a jubilados con ingresos fijos a pagar sus cuentas eléctricas, a través de una campaña de recaudación de fondos llamada “Adopte una cuenta”.
“Florencia es una ciudad donde la gente vive bien y por esa razón, la gente vive mucho tiempo”, dijo el alcalde Dario Nardella.
Un número significativo de los jubilados en Florencia, sin embargo, viven con menos de 9.000 euros (10.205 dólares) al año y no pueden pagar cuentas con el anticipado aumento de 55% en los costos de la electricidad y de 42% en el gas, dijo.
El viudo Luigi Boni, de 96 años, lo confirma. Dice que para el final de febrero tendrá que vaciar su cuenta en el banco y que ya se gastó su pensión mensual de menos de 600 euros (680 dólares) antes de cubrir sus cuentas de servicios públicos.
“O pago mi comida o pago el alquiler”, dijo Boni, sentado en su sofá con un diario en la mano.
Para asistirlo a él y a otros entre los aproximadamente 30.000 residentes mayores de 65 años en Florencia que viven solos, la administración municipal lanzó la campaña de ayuda junto con la Fundación Montedomini, que administra proyectos dirigidos a ayudar a los jubilados en la ciudad.
PUBLICIDAD
La campaña recaudó 33.000 euros (37.000 dólares) en sus primeros días. Ciudadanos particulares, incluso florentinos que viven en el extranjero, hicieron más de 200 donaciones, de acuerdo con la consejera de bienestar social de la ciudad, Sara Funaro.
“Nuestro objetivo es recaudar los fondos necesarios para asegurarnos de que cada anciano que pide nuestra ayuda puede recibirla para cubrir los costos crecientes en las cuentas debido al aumento de (los costos del combustible)”, afirmó Funaro.
El alza en los precios de los combustibles está elevando las cuentas de servicios públicos —e impulsado una inflación récord— desde Polonia hasta Reino Unido. En respuesta, los gobiernos en la región están aprobando iniciativas para ayudar a los residentes y negocios, cuando las compañías de servicios públicos les pasan sus costos a los consumidores.
En Turquía —donde la presión económica es extrema y ha causado protestas—, las municipalidades de Estambul, Ankara e Izmir están entre las gobernadas por la oposición con iniciativas similares a “Adopte una cuenta”. El portal municipal de Estambul dice que 49 millones de liras turcas (unos 3,6 millones de dólares) fueron donados desde 2020, cubriendo 320.000 cuentas.
En Italia, el gobierno del primer ministro Mario Draghi ha aprobado iniciativas por más de 8.000 millones de euros (9.000 millones de dólares) para ayudar a amortiguar el impacto de los crecientes precios del combustible para negocios e individuos.
El decreto más reciente del gobierno, emitido el viernes, también tiene la mira en el futuro: busca acelerar la transición de Italia a fuentes renovables de energía, especialmente la energía solar, para hacer al país menos dependiente de las importaciones.
Italia importa actualmente 90% de su gas, gran parte de Rusia. Draghi ha insistido en que cualquier sanción de la Unión Europea a Rusia por reconocer a dos áreas bajo control separatista en el este de Ucrania deben exentar al sector de energía.
La asociación de alcaldes italianos ha dicho que la respuesta del gobierno central hasta ahora ha sido insuficiente para ayudar a las ciudades a lidiar con centenares de millones de euros en costos adicionales de la energía, lo que las obliga a escoger entre recortes de servicios o el equilibrio de sus presupuestos.
Florencia, Roma y otras ciudades mantuvieron a oscuras sus monumentos municipales y edificios gubernamentales el 10 de febrero para llamar atención sobre el asunto.
La campaña de Adopte una cuenta en Florencia tiene respaldo popular. Aparte de ser un destino turístico importante, la capital de la región de la Toscana tiene un largo historial de proveer servicios a residentes pobres y vulnerables.
“Es una gran iniciativa porque uno puede ayudar a las personas que no pueden pagar una cuenta, que de forma desvergonzada ha alcanzado costos insostenibles”, comentó Lica Menoni, dueño de una carnicería en el mercado al aire libre Sant’Ambrogio.
“Yo estoy pagando una cuenta (de electricidad) que es el doble de lo que solía ser”, añadió Menoni.
Boni pudiera recibir ayuda con sus cuentas para acabar de pasar el invierno y evitar mudarse a un hogar de ancianos, pero aún tiene un presupuesto controlado que no le permite muchos lujos.
“¿Filetes? ¿Carne? Ni lo mencione. Yo como comida empacada barata”, dijo. Después que su esposa falleció, dice, “me volví un experto en cocina económica”.
___
Los periodistas de The Associated Press Nicole Winfield en Roma y Zeynep Bilginsoy, en Estambul, contribuyeron para este reportaje