BEIJING (AP) — No hay nada que ver aquí. Ése parecía ser el mensaje de una controlada entrevista en Beijing que ofreció la tenista china Peng Shuai en Beijing, en la que se abordaban las acusaciones de agresión sexual que hizo contra un exmiembro destacado del Partido Comunista que gobierna China. Sus respuestas, ante un funcionario olímpico chino, dejaron sin responder las dudas sobre su bienestar y qué ocurrió exactamente.
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La entrevista con el periódico deportivo francés L’Equipe y el anuncio de que el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, se había reunido con Peng para cenar este fin de semana parecían dirigidos a disipar la preocupación internacional sobre la tres veces deportista olímpica y exnúmero uno de dobles. Esas preocupaciones amenazaban con empañar los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebran en Beijing.
Peng dijo a L’Equipe que las preocupaciones habían sido el resultado de “un enorme malentendido”. Pero el formato de la entrevista no parecía dejar espacio a repreguntar, con las preguntas enviadas de antemano y un funcionario del Comité Olímpico Chino sentado en la conversación y traduciendo los comentarios de Peng del chino.
Gran parte de la entrevista de una hora, realizada el domingo en un hotel de Beijing y organizada a través del Comité Olímpico Chino con ayuda del COI, se centró en la carrera deportiva de Peng.
El periódico publicó sus comentarios palabras por palabra, otra precondición de la entrevista, en formado de preguntas y respuestas. Las imágenes de la conversación mostraban a la tenista con un chándal rojo en el que ponía “China” en caracteres chinos.
L’Equipe preguntó a Peng sobre las acusaciones de agresión sexual que provocaron la controversia en noviembre. Las acusaciones fueron borradas con rapidez de su cuenta verificada en una importante plataforma china de medios sociales, Weibo. Ella desapareció de la vista del público durante un tiempo, lo que hizo que sus seguidores en internet y fuera de China lanzaran todo un movimiento en torno a la pregunta “¿dónde está Peng Shuai?».
En su largo post, Peng escribió que Zhang Gaoli, un ex vicepremier y miembro del influyente Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista Chino, la había obligado a mantener relaciones sexuales pese a que ella se había negado varias veces. Su texto también decía que habían tenido una relación sexual siete años antes, y que ella había desarrollado sentimientos románticos hacia él después de eso.
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La entrevista con L’Equipe fue su primera conversación con medios no chinos desde la acusación. Ella se retractó de su texto.
“¿Agresión sexual? Yo nunca dije que nade me sometiera a una agresión sexual”, dijo, según declaraciones citadas por el periódico.
“Este post produjo un enorme malentendido con el mundo exterior”, añadió. “Mi deseo es que deje de distorsionarse el significado de este post”.
Cuando L’Equipe le preguntó por qué el texto había desaparecido de su cuenta, ella dijo: “Yo lo borré”.
“¿Por qué? Porque quise”, añadió.
No se formuló la pregunta obvia de por qué compartió el texto en un principio.
El COI también trabajó el lunes para calmar la situación. El organismo dijo que Bach había cenado con Peng el sábado, al día siguiente de que el presidente de China, Xi Jinping, inaugurase los Juegos Olímpicos de Invierno. El COI señaló que Peng también había asistido al duelo de curling entre China y Noruega con Kirsty Coventry, miembro del COI de Zimbabue.
En declaraciones en su conferencia de prensa diaria durante los Juegos, el vocero del COI Mark Adams declinó pronunciarse sobre si el comité cree que las declaraciones de Peng son libres o se hacen bajo presión.
“Somos una organización deportiva y nuestro trabajo es mantener el contacto con ella y, como hemos explicado en el pesado, ejercer una diplomacia personal y discreta, mantenernos en contacto con ella, como hemos hecho”, dijo. “No creo que juzgar sea algo para nosotros, en cierto modo, como tampoco lo es para ustedes”.