Cuando los campeones salen de la pista de patinaje o esquí en los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing, reciben un oso panda de peluche llamado Bing Dwen Dwen, la mascota de los juegos.
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¿Y las medallas? Vienen después, en la ceremonia especial donde se presentan los ganadores del día.
Pero inmediatamente después de cada competencia, los atletas reciben el oso de peluche, encasillado en un paquete de plástico simbólico del hielo.
De hecho “bing” significa hielo en chino. El peluche lleva también un laurel dorado.
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Algo parecido ocurrió en las olimpiadas de Corea del Sur hace cuatro años, cuando los campeones recibían un tigre de peluche llamado Soohorang, que era la mascota de esos juegos.
