SEÚL, Corea del Sur (AP) — Corea del Sur incorporará a cientos de pequeños hospitales y clínicas de barrio al plan para atender a las miles de personas que se espera que contraigan el COVID-19 durante el brote de la variante ómicron, más contagiosa que sus predecesoras.
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Las autoridades sanitarias anunciaron el plan el viernes, mientras los nuevos casos diarios de COVID-19 batieron un récord por cuarto día consecutivo. Las 16.096 nuevas infecciones confirmadas fueron el doble de las reportadas el lunes. Los expertos apuntan que el brote impulsado por ómicron podría durar entre cinco y ocho semanas y elevar la cifra de contagios diarios por encima de los 100.000.
El gobierno ha tratado de reformular su respuesta a la pandemia, incluyendo el aumento del tratamiento domiciliario, la reducción de las cuarentenas y la generalización de los tests rápidos de antígenos para liberar a los laboratorios para las pruebas de los grupos de alto riesgo.
Hasta ahora, el plan nacional dependía en su mayoría de los grandes hospitales con equipos avanzados y más camas. Las autoridades están tratando de movilizar ahora a las clínicas y hospitales más pequeños para diagnosticar y monitorear a decenas de moles de personas que podrían presentar un cuadro moderado o leve de la enfermedad y que podrían curarse en su casa en las próximas semanas.
La ómicron es la variante dominante en todo el mundo y contagia con más facilidad a las personas vacunadas o que ya pasaron el COVID-19. Pero la vacunación y el refuerzo siguen proporcionando una fuerte protección ante una enfermedad grave, la hospitalización y la muerte.
Más del 85% de los más de 51 millones de habitantes de Corea del Sur han completado la pauta de vacunación y más de la mitad recibió la dosis de refuerzo. Pese a esto, preocupa que una rápida explosión de los casos pueda desbordar los hospitales y causar alteraciones en oficinas y en los servicios esenciales por el elevado número de personas que podría quedar en cuarentena.
Por otra parte, Seúl anunció el viernes que levantará la prohibición de entrar al país a los viajeros de corta duración procedentes de Sudáfrica y otras 10 naciones africanas desde el 4 de febrero. Estos controles se impusieron a finales del año pasado, cuando surgieron los primeros casos de ómicron en el país, pero las autoridades dicen que no son efectivos porque la variante predomina ya en todo el mundo.
Además, a partir de esa fecha, cuarentena para los viajeros que lleguen desde el extranjero pasa a siete días desde los 10 actuales, agregaron.