LIMA (AP) — Perú calificó el miércoles como «el peor desastre ecológico… en los últimos tiempos» a un derrame ocurrido el sábado en su capital costera —horas después de una erupción en Tonga— de miles de barriles de petróleo en una refinería frente al Pacífico administrada por la española Repsol.
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La cancillería peruana dijo en su cuenta de Twitter que el vertimiento de 6.000 barriles de crudo en uno de los mares más ricos del mundo en biodiversidad también “ha ocasionado un grave perjuicio a cientos de familias de pescadores” y que Repsol “debe resarcir este daño de inmediato».
Añadió que el derrame “ha puesto en peligro la flora y fauna en dos áreas naturales protegidas” en 18.000 kilómetros cuadrados que incluyen la zona reservada de Ancón, así como la “Reserva Nacional del Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, Islotes de Pescadores”.
La fiscalía ambiental comentó el lunes que “la alta cantidad de petróleo en el mar” difiere con la información preliminar alcanzada por Repsol, que señaló que se derramaron 7 galones de crudo. El martes el gobierno anunció que la cifra era otra: al menos 6.000 barriles de petróleo.
El alcance de las manchas negras de petróleo en casi 4 kilómetros dejó aves marinas muertas. Decenas de activistas de la ecología lanzaron convocatorias en diferentes puntos del litoral para limpiar a algunas aves que aún estaban vivas, pero manchadas de crudo.
Repsol dijo en la víspera que han desplegado más de 1.500 metros de barreras de contención en el mar y que “seis lanchas con brigadas de 50 personas vienen recuperando hidrocarburo con desnatadores tipo skimmer y material absorbente especial, para su posterior disposición segura”.
Repsol afirma que el derrame se produjo el sábado, horas después de la erupción volcánica en Tonga, debido a un fuerte oleaje cuando un buque petrolero de bandera italiana llamado «Mare Doricum» descargaba petróleo para una refinería que administra llamada La Pampilla.
La erupción cerca de Tonga provocó oleajes, incluyendo a Perú, donde el mar se salió en una playa llamada El Chaco e inundó restaurantes, mientras en otra playa llamada Naylamp dos mujeres fallecieron arrastradas por las olas.